-Estamos atrapados. ESTAMOS ATRAPADOS, ¡ESTAMOS ATRAPADOS, AAAAHH!
Gritó el héroe con su semblante cambiando a horrorizado, sujetando con fuerzas las sábanas y comenzando a transpirar.
La ojiazul que aún encima de la cama, estaba a su lado, observó como el chico empezaba a hiperventilar y a tener la mirada perdida.
-Chat ¿Te encuentras bi...
-Okey, definitivamente usaré mi ¡catacl...
Marinette no lo dudó ni un poco y volvió a taparle la boca, solo que esa ocasión se tumbó encima de él con sus dos manos en sus labios, pues estaba demasiado acelerado y ya estaba por invocar su poder.
-¡No! Ese lo ocuparas en batalla y si Lady Bug se entera que lo usaste, definitivamente se enojará contigo. Además si lo usas, los escombros nos caerán en la cara y nos lastimaran. Tienes que calmarte o no vas a poder luchar.
Le dijo mientras lo obligaba a recostarse y calmarse, pues no tenía sus pensamientos claros.
El héroe después de unos segundos, dejó de forcejear con ella y se recostó en la cama.
Tenía razón. ¡No estaba pensando!
Y con la confianza que Marinette le brindaba, el chico gato cerró sus ojos y comenzó a pensar en cosas relajantes para él.
Salir por la ventana, ir a la escuela, comer croissants a escondidas de Nathalie y aparecer mágicamente detrás de las puertas de los casilleros para asustar a Marinette, era lo que él definía como relajación.
La ojiazul apreció como el ceño del rubio se iba relajando, y como su respiración se iba regulando.
-Bien, ahora que ya estás calmado, pensemos en una solución para que podamos salir a pelea...¡Para que TÚ puedas salir! Yo no ja ja ja.
Sus nervios la atacaron y el rubio sonrió ya con su semblante más sereno.
Ahí estaba la Marinette que él conocía y quería tanto... ¡COMO AMIGA!
¿Por qué sus pensamientos se podían malinterpretar?
El chico intentaba despejar sus pensamientos sobre la azabache, para enfocarlos en como salir de ahí.
A la vez de eso, dos coletitas azabaches intentaban abrir alguna de las ventanas de su habitación, pero le era imposible, pues se habían roto levemente por las vibraciones, no siendo posible abrirlas ya que estaban bloqueadas por los vidrios, pero tampoco estaban lo suficientemente rotas como para salir por ahí.
Dupain dudosa de decirle y volver a alterarlo, no le quedó más opción que hablar.
-No sé pueden abrir las ventanas.
El no pudo evitar mostrarse algo asustado, pero prefirió respirar profundamente.
-Esta bien, solo hay que pensar en algo más.
La azabache agradeció que su gatito se mostrara tan calmado, pensando rápidamente en lo lógico.
-Vamos a la entrada de la casa. Por ahí saldrás.
Le dijo mientras abría la trampilla y bajaba las escaleras hacia su sala, observando cómo él la miraba con desconfianza.
Al ver su rostro en seguida le llegaron recuerdos de la ocasión en que su padre fue akumatizado.
-Tranquilo, no están mis padres, así que no tienes por qué preocuparte por ellos. Están pasando tiempo con mi abuelo.
No había terminado ni de decir su última palabra, cuando el rubio se abrió paso con toda confianza al piso de abajo, haciendo que la ojiazul diera una pequeña sonrisa al verlo.
No sabía ni siquiera el por qué había sonreído.
Continuara...
Estoy conmocionada por la alarma de la noticia que me hizo despertar tan temprano por la mañana.
No vivo ni viví en esa ciudad, (yo vivo en el norte del país) pero hice turismo cuando se podía a la capital y me sorprende que haya sucedido eso.
Yo misma tomé varias veces esa línea, lo recuerdo, la estación Olivos y realmente me hizo estremecer cuando vi la noticia, a pesar de ahora encontrarme a kilómetros de esta.
Pero bueno, ojalá les haya gustado el capítulo.
En fin, continuara.
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¿Por qué no? (Mayo mes del Marichat 2021)
HumorLas circunstancias propiciaron una linda amistad, la cual simplemente comenzó con un "¿Por qué no?"