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Jueves por la noche y Chat Noir había pasado un largo rato junto con la azabache, que estaba feliz de tener algo de compañía.

Ahora que no podía ver, todo era más aburrido. No podía estar en su celular, ni cocer, hacer alguna tarea o ayudar en su casa.

Ni siquiera podía contestar llamadas de sus amigas o bajarse de su cama sin ayuda, ya que Adrien, día tras día la subía cargando hasta su cama, cada que la llevaba a su casa.

El se había vuelto algo parecido a un enfermero.

Todo pintaba terrible con su rol de heroína, hasta que descubrió que al transformarse en Lady Bug, su miraculous le renovaba su vista instantáneamente, solo por el tiempo que ella estaba transformada.

Eso había resultado conveniente.

Pero regresando a su realidad, a esa noche, ella sentía el sabor de los macarons, el aroma del héroe y la voz masculina de Chat Noir hablando sobre diversos temas.

Fue entre risas cuando la chica le habló con el corazón.

-Chat, enserio agradezco que hayas venido a hacerme compañía todo lo que ha pasado de esta semana. Enserio lo valoro.

Le dijo sinceramente mientras se deslizaba con inseguridad sobre la cama, y palpaba sus rodillas para tomar sus manos, pues ahora todo se basaba en sus otros sentidos.

Él tomó una de sus palmas y la otra, Marinette la dirigió a su rostro concentrada, pues después de un tiempo de convivir con la azabache, el rubio había aprendido a decodificar sus expresiones.

Dupain solo pasó sus dedos por su rostro y máscara, enmarcando cada facción suya, mientras comenzaba a sentir las mejillas del héroe calientes.

El chico gato agradecía en sus adentros que ella no podía ver su sonrojo. Al menos algo bueno salía de todo eso.

-Es como si pudiera verte.

Le dijo mientras seguía palpando su cara, hasta llegar a sus labios, donde ella dio un respingo y se alejó.

-Perdón si fue incómodo. Aún trato de explorar mi tacto.

El negó tomando sus delgadas manos y las volvió a poner en sus mejillas.

-No hay problema, tu sigue identificando.

Eso había sido una excusa perfecta. No quería que ella parara.

Las caricias, la boca de Marinette entre  abierta, sus pecas, la forma en que acariciaba su piel. Eso se estaba volviendo tan mágico.

Ni cuenta se dio cuándo comenzó a cerrar sus ojos, disfrutando del dulce tacto.

Pronto su cuerpo se movió por si solo, tomando lentamente y con suavidad la cintura de la ojiazul, acercando poco a poco, su rostro al ella.

Centímetros de distancia entre sus bocas y...

-¡AUCH!

Un quejido del héroe hizo eco en su habitación.

Marinette le había picado un ojo sin querer.

-Perdon Chat, esque te moviste hacia enfrente y... ¿Aún puedes ver, verdad?

En su interior sentía que lo tenía bien merecido. Estaba por aprovecharse de que una chica no podía ver lo que estaba pasando.

-No hay problema.

En realidad sí estaba bien. Para su fortuna él tenía los ojos cerrados, así que el daño no fue mucho.

Fue en ese preciso momento cuando el ojiverde entendió que comenzaba a sentirse extraño cuando estaba con Marinette.

¿Mariposas en el estómago o lombrices?

Continuara...

Por si no lo notaron (en mi perfil, en la biografía, en mi estado 'abajo de la biografía' y en mi nombre), sigo herida por el AU. (Para quienes no saben, leí un AU de miraculous que me dejó muy mal)

No lo puedo dejar de pensar. Esa es la razón por la que no leo fanfics, si no los escribo.

Algún día me recuperaré.

En fin, disfruten.

¿Por qué no? (Mayo mes del Marichat 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora