4. Porquería Romántica

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Beck:

Concéntrate en el camino. Solo tienes a una linda chica abrazando tu hermosa barriguita, debo hacer GYM, nah que pereza.

Estacione mi bici en la zona correspondiente y la encadene.

—A menos de que vivas bajo el puente, nos hemos equivocado, deberíamos estar en tu casa— hablo Sabrina, dándome una mirada confundida.

—Escucha, acepte darte tutorías por que me vi obligado. La única condición es que las tutorías las tomemos en un lugar público— ella frunció el ceño y yo Suspiré con cansancio— Por favor.

—¿Qué Black?, ¿acaso tienes miedo de estar a solas conmigo?— sacudí la cabeza pero mi nerviosismo logró desmentirme— iugh, ¿enserio crees que tendría algo contigo? Cariño estas muy por fuera de mis expectativas, que asco acostarme con un nerd.

No sé si sentirme aliviado u ofendido. Es decir me reconforta saber que nunca llegaríamos a tener algo, pero me dijo baja expectativa, me mató la poca autoestima.

—Se perfectamente lo improbable que es algo entre tú y yo. Pero bien lo dice mi abuela, más vale prevenir que lamentar— cite el sabio dicho que mi abuela siempre repite.

—Creo haber escuchado ese dicho, en la clase de Español. ¿Eres latino?— asentí mientras caminaba a un árbol —¿ de que país?, ¿España?

La mire confundido, ¿España? Alguien a reprobado geografía.

—Pará empezar España pertenece al continente europeo, justo al otro lado de el mundo. Respondiendo a tu pregunta soy de México— vi como la típica pregunta se aproximaba— Mis padres son mexicanos al igual que yo. Cuando cumplí 3 años de edad decidimos mudarnos a Estados Unidos para una mejor calidad de vida.

—Eso explica tu acento, ¿ahora viven mejor? —qué curiosa chica.

— 𝚂𝚒, 𝚍𝚎 𝚖𝚊𝚛𝚊𝚟𝚒𝚕𝚕𝚊 — solté con sarcasmo en español. Como lo esperaba ella no entendió — Eh dicho que si.

Ella asintió y yo comencé a explicarle los temas visto en Matemáticas, hacía su esfuerzo por aprender pero se distraía con cada chico atractivo que le guiñaba el ojo.
En un momento un atlético se posó frente a nosotros.
—Hola linda, ¿necesitas que te lleve a casa?— sonrió de lado, ella al ver sus intenciones sonrió con coquetería y jugó con su cabello.

—Me encantaría, pero podemos hacer cosas mucho más divertidas en mi departamento— mordió su labio, el chico captó rápido la indirecta y le hizo una seña a su coche.

—Pero no hemos terminado— quise intervenir.

—Cállate, hemos terminado—Ella tomó los apuntes hechos y comenzó a guardarlos con rapidez.

Imite su acción. Pero al hacerlo, el libro que estoy leyendo cayó por accidente. Intenté tomarlo pero se me adelantó.

—¿Sigue mi voz?, ¿qué clase de porquería romántica es esto? — escupió al examinar el libro.

—¡No es ninguna porquería romántica!, es un libro lleno de sentimientos y apoyo emocional. Si tuvieras la inteligencia para leerlo te darías cuenta de que es increíble— intente quitarle el libro pero ella me miró amenazante.

—¿Me acabas de llamar estúpida?— al darme cuenta de que si lo hice flaquee las piernas.

—N-no, solo digo que es un buen libro q-que puedes tomar el tiempo de leer.

—Cómo sea—blanqueo los ojos— ya estuve mucho tiempo contigo. Tengo una fiesta y tú eres una gran pérdida de tiempo, nos vemos rarito.

—¡Ey!, ¿podrías devolverme el libro?, no lo eh terminado — corrí detrás de ella.

—¡No!, ¡quiero leer la porquería romántica que te gusta! —agitó el libro en sus manos y se adentro al coche de el chico. Inmediatamente asomo su cabeza y sonrió burlesca— Te lo devuelvo después. Has mis deberes para mañana y tú libro quedará intacto.

Mi cara se deformo en una de horror, ¿que quería hacerle a mi bebé?, oh no, me costó 3 turnos extras en el trabajo.

Al querer contradecir me di cuenta que ella ya se había marchado. Así que con rabia di marcha hacia mi hogar.

Cuando llegue a casa, me adentre intentado hacer el menor ruido posible pero fue en vano ya que mi madre me esperaba en el sillón.

—¿En donde estabas? —soltó con seriedad.

—Y-yo e-estaba— intente explicar pero mi tartamudez volvió.

—¡Dejate de pendejadas!, ¿en donde mierda estabas?, tu hora de llegada fue hace una hora y media— con grandes zancadas se acercó a mi—Dime imbécil de mierda. Estabas cómo tú padre follandote a veinte zorras.

Me soltó una bofetada.

—No madre, me tocó dar una tutorias y... —otra bofetada me interrumpió.

—¿Me quieres ver la cara de pendeja?, ¿crees que voy a caer en tus imbéciles juegos? — estiró su mano—dame tu cinturón.

Con la mirada baja comencé a desabrocharme el cinturón, después lo dejé lentamente en su mano.

—Te has portado mal Beck y mami debe castigarte.

Y fue así que mi tarde se convirtió en azotones y lágrimas.

No me enorgullece decir que soy un cobarde, mamá me golpea desde que soy un niño.

Ya que sorprendió a mi padre con su hermana. Se convirtió en una alcohólica y cada que está pasada de copas me ve a mi y me golpea. Creo que es por que tengo un físico similar al de el.

Pero no es mi culpa....Nunca lo ah sido.














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Gracias por todo, personitas.

𝒮𝒸𝒽𝓇𝒾𝒻𝓉𝓈𝓉ℯ𝓁𝓁ℯ𝓇

Un Cliché Diferente I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora