Beck, un chico común y poco atractivo para las chicas.
Sabrina, una chica extravagante y considerada una diosa para los chicos.
Polos opuestos y cero atracciones.
¿Las tutorias ayudarán a que el romance florezca?
¿Sabrina estará dispuesta a exper...
Todos mis sentidos se alarmaron y mi corazón comenzó a latir rápidamente. Ellos corren peligro a mi lado, no pueden permanecer conmigo.
Acabo de descubrir que por fin tengo una familia y me arrebatan la ilusión rápidamente.
Sin que Sabrina se percatara salí huyendo hacia el departamento de And para recoger mis cosas. Tomare el primer vuelo que haya hacia México.
Es la mejor decisión.
Sabrina.
Los niños tienen tanta energía que a veces me pregunto de donde la sacan.
Beck no a vuelto después de contestar la llamada. Con la mirada comienzo a buscarlo y me percato de que se a ido.
¿Habrá algún inconveniente en su trabajo? ¿Debió irse rápido con urgencia? Mínimo debió despedirse o avisar.
Suspirando con cansancio fui por mi teléfono y comencé a buscar el número de Beck. Pero un mensaje de And interrumpió mi búsqueda.
"Tienes que venir rápido al departamento. Beck está como loco empacando sus pertenencias alegando que debe irse de aquí".
Mi corazón se estrujó. ¿Por qué tanta urgencia en irse?
Tome a los niños y fui directo al departamento de And y Adam.
Rápidamente subí a su piso y con urgencia llegue al departamento. Al primer toque, And me habría y me invitó a pasar.
—Habla con él, yo llevaré a los niños por algo de comida.— asentí nerviosa mente.
Él salió del departamento y yo caminé hacia la habitación que es de Beck.
Ahí estaba el, tomando todas sus pertenencias y aventandolas en la maleta.
—¿Beck?—murmure lentamente.
Sentí como su cuerpo se tensaba y me observo sin una emoción alguna.
—Lárgate de aquí.— habló fríamente.
Negué mientras me acercaba a él— Beck... ¿que ocurre?, ¿por que quieres irte?— cuestione con cierto nerviosismo.
—Por qué esto fue un maldito error.— volvió a hablar tan fríamente como al inicio.
—¿Esto?, ¿de que hablas?— el nudo en mi garganta se hizo presente.
–¡Nuestro regresó!— exclamó alterado— Todo fue un puto error, volver contigo, conocerte, conocer a esos niños.
Mi mundo se derrumbó. ¿Qué pasó? Hace un momento que estábamos los dos hablando de nuestros hijos y ahora los niega.
—Este no eres tú hablando. Algo pasa, algo que te aterra y no quieres decírmelo.
—Este soy yo pidiendo que te largues de mi vida y continúes como si nada hubiera pasado entre nosotros.— soltó mirando al suelo.
—Entonces mírame a la cara, directamente a los ojos y dime que quieres que me aleje de tu vida. Solo así lo haré.— pedí mientras que sentía como mis ojos se cristalizaban
Por un momento creí que él no podría hacerlo y que en verdad me mentía.
Alzo su mirada y me observo dándome escalofrío por la forma tan dura en la que me miraba.— No te quiero mas en mi vida. Aléjate de mi, aleja a tus hijos y márchate.
Me paso por un lado junto a su maleta y salió dando un portazo.
No... se que no es él y que algo pasa.
Lo seguí rápidamente mientras bajaba por las escaleras para llegar antes que él.
Al llegar vi como esperaba un taxi para irse.
—¡No, Beck!— grite haciendo que él me observe— ¡No te creo ni mierda así que dime que es lo qué pasa!
—¡Pasa que tú no entiendes y no te largas de una vez!— grito furioso.
—¡Te amo!—solte de repente— ¡Te amo tanto y aquí junto a una estúpida fuente de agua lo confieso!
Exclamé haciendo referencia a la pequeña fuente que estaba en la entrada de la recepción.
Observe cómo se quedaba perplejo ante mi confesión.
—En algún momento entenderás que esto fue lo mejor.— murmuro lo suficientemente alto para que yo escuchara.
Quería decirle algo pero la voz de mis hijos nos interrumpió.
—¡Papá!— gritó Jade—¿a donde vas? Trajimos papitas como las que dijiste que te gustaban— mostró la bolsa en sus pequeñas manitas.
Beck sollozó fuertemente cuando el taxi se estacionó frente a él.
—¿Papi?¿a donde vas?— pregunto Jaden alarmado—¿nos dejarás otra vez?
Escuche como Jade sollozaba.
—¡No papi!, ¡nos portaremos bien pero no te vayas!
Jade intento correr en dirección de Beck pero Jaden la detuvo.
—Lo lamentó tanto, clones— y así el taxi marchó dejando a mis hijos llorando incontrolablemente, a And perplejo y a mí con el corazón roto.
No. Beck tiene algo, lo conozco, debo hablar con él.
Tranquilo cariño, sea cual sea tu temor yo lo alejaré para que duermas tranquilo.
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Un capítulo corto pero que me dolió escribir.
Bueno... este capítulo va dedicado a mi hermosa familia disfuncional que a robado miles de sonrisas en mi vida. Ustedes saben quienes son y cuánto los adoro, ¡aquí tienen su regalo de bodas!
A todos los tengo en mi corazón, en especial a mi esposo que espero esté leyendo esto o me sentiré una ridícula.
