Un Cliché Diferente I y II

EXTRA 2.

Beck.

¿Cómo es posible que dos niños de 10 años tengan tanta energía?

Estoy exhausto. Hoy tuve un día muy tranquilo en la editorial así que decidí ir a un parque de diversiones con los clones, mini rubia y rubia mamá.

Un grande error.

Todo el día han hecho que su madre y yo los busquemos en cada juego mecánico que ellos han querido, a veces me excusaba con la idea de que la pequeña Jael necesitaba un poco de papá y aventaba a Sabrina al fuego para que se subiese con los niños.

Sabrina es quien manda en la relación así que debe asumir las consecuencias.

Ahora mismo me encuentro con mi familia sentados en una mesa, disfrutando el bello atardecer, Jael está jugando con las manos de su madre soltando carcajadas infantiles al ver cómo le da manotazos.

Mi esposa está admirándola distraídamente. Ella se ve tan hermosa como desde el primer día que la vi.

—Te amo— suelto repentinamente logrando captar su atención.

—Yo se que me amas, es difícil no hacerlo después de haberte dado tres hijos.

Río ante sus ocurrencia.

—También te amo— responde al final.

A lo lejos veo como And y Adam se acercan a nosotros, tomando de la mano aún pequeño niño.
Cuando se acercan escuchó la voz de mi hija mayor.

—¿Quién es este niño tan guapo, padrinos?— dice Jade, logrando que el niño se sonrojara.

Adam toma en brazos a Jade y se sienta acomodándola en sus piernas.

—Él se llama, Andrew y es nuestro nuevo hijo, tu primo—dice sorprendiéndonos a Sabrina y a mi.

—¿Desde cuando decidieron esto?— pregunta con curiosidad mi rubia.

—Desde hace muchísimo tiempo, solo que apenas nos otorgaron el permiso y hoy mismo fuimos a ver a nuestro nuevo hijo—contesta And con emoción.

—Hola Andy, soy Jaden tú hermano nuevo.— le da un abrazo tierno a Andrew.

—Jaden, no le pongas apodos se llama Andrew, no Andy—reprende la rubia.

—No... señora a mi me gusta mucho Andy, como el de Toy Story—habla por primera vez el pequeño pelinegro.

—De acuerdo.. Andy, pero llámame Tía Sab, o Sabrina como te sientas cómodo.

—Y yo soy tío Beck o Beck como tú decidas esta bien.

—Tía y tío—suelta una carcajada risueña.

—Vamos al carrusel, Andy—gritan mis clones, corriendo en dirección al juego.

—¿Puedo ir?—pregunta con timidez hacia sus padres.

—Claro que si, si necesitas algo aquí estaremos al pendiente, ¿okey?—este asiente con emoción y se va corriendo.

Veo como se detiene y se regresa, dándole un sonoro beso en la mejilla de And y en la mejilla de Adam.

—Muchas gracias por escogerme, papitos. Son los mejores padres del mundo.

Y ahora si se aleja corriendo, dejándonos ahí a loa cuatro adultos con lágrimas en las mejillas al ver tanta ternura.

—Dios mío, se me ve a correr el delineador—dice And con emoción.

—Pensé que yo solo te hacía correrte.— contesta Adam.

Reímos todos ante las tonterías de ese par que se han convertido en padres.

¿Quien diría que nuestro grupito cliché ahora son padres de una pequeña nueva generación de nosotros?

¿Están listos para la generación que nosotros les hemos dado?

Beck Reylonds de Blythe se despide.

¡Mierda eso lo escribió Sabrina yo no!

De acuerdo, hasta luego.

NOTA DE LA AUTORA.

Es que ustedes no tienen idea de cuánto yo extrañaba este libro.

Buaaaaa, te amo Andy.
Sale bai.