Omnipresente PØV:
El beso comenzó por Midoriya, más fue Bakugou el responsable de profundizarlo tomando la nuca del contrario, haciéndo que ambos dieran pasos hacía atrás chocando con la blanca pared de la sala de reuniones; sin importarles los ruidos que ambas lenguas generaban con cada beso, sin importarles sus respiraciones agitadas cada vez que la intensidad y el calor en sus cuerpos subía, sin importarles que las manos del contrario comenzarán a explorar el cuerpo ajeno por donde las prendas de ropa pudieran permitirlo.
Solo eran dos idiotas que jugaban a las escondidas entre sí, y al encontrarse las hormonas de ambos chicos salieron a flote generando este inesperado final; ambos besándose, manoseandose, frotándose entre sí en un salón cualquiera en la Universidad más prestigiosa de la ciudad.
Los suspiros de un pecoso se oían tan cerca de los oídos del ceniza, logrando inimaginablemente lograr subir el nivel de toques en su piel pálida con más fervor a cada segundo, sacando la mejor puta melodía para sus oídos.
Los besos del escarlata bajaron hasta el cuello blanquecino, dejando que los sonidos que fueron ahogados por sus mismos labio ahora salieran bajo para no llamar la atención; sintiendo esta vez cara a cara como el pecho del pecoso subía y baja rápidamente a causa de sus acciones, generándose una sonrisa de victoria.
– Ka-Kacchan... estamos en la sa-la de reunion...es – habló como pudo mirando al techo, pidiéndo misericordia ante cualquier entidad todo poderosa que se lo lleve por lo increíblemente bien que tan solo el toque del cenizo sobre él lo hacía sentir.
Katsuki mordió la carne ajena, y un chillido leve se escapo de los labios del peliverde. – Estoy a tres calles... – habló mirando los labios rojos del chico frente a el corriendole los rizos del rostro.
– Bien por mi... – sonrió poniéndo sus brazos alrededor del cuello del contrario con una sonrisa boba.
– Igualmente nerd... – Bakugou sonrió nuevamente para volver a besarlo antes de salir de aquella sala.
Podía apostarse que ninguno de ellos dos habían caminado tan rápido en sus vidas hasta el día de hoy, donde sus risas tontas y cómplices se escapaban a veces de Izuku mientras era jalado de la mano siguiendo a Katsuki, junto a la sonrisa boba de este último.
Sabiendo la estupidez que estaban por hacer, siendo que ninguno esperaba este desenlace luego de la Asamblea, pero ninguno se quejaba de ello..
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– Carajo... – mustió apenas logró abrir la puerta del departamento.
– ¿Nuca dejas de maldecir? – bromeó el peliverde cerrando la puerta detrás del chico.
– Nah, hoy haré otra cosa. – y dicho eso Katsuki volvió a abalanzarse sobre Izuku.
Estaban contra la puerta de la entrada ahora; ya nadie podría descubrirlos accidentalmente, ya nadie podría interrumpir por casualidad, ya nadie los oiría, y género una sonrisa por ambas partes en cada beso que estos dos se daban.
Sin importale una mierda su orgullo ahora; Katsuki tomó los muslos del pecoso el cual comprendió la acción, y sus piernas revestidas con un jean ajustado celeste claro se pegaron al cuerpo del cezino, siendo sostenido por el ahora.
Katsuki se asegura de su agarre llevando al pecoso hasta su cuarto sin necesetitar abrir los ojos y despegarse de aquel deleite que el peliverde le estaba dando; su mano derecha manos ando su cabello mientras sus bicha juntas hacían todo case de sonidos, mientras la izquierda acariciaba su clavícula intentando profundizar aquel beso lo más posible que sus cuerpos les permitieran llegar, sumando al roze intencional que este hacía denotando su desesperación por el contacto ajeno.
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🄾🄽🄻🅈🄵🄰🄽🅂 | • 𝘒𝘢𝘵𝘴𝘶𝘋𝘦𝘬𝘶 •
FanfictionUna tarde tranquila en Internet, topádose con un tweet siendo compartido por toda su página inicial, y siendo hablado por boca de todos, irritandolo, y llevándolo a ver que mierda era aquello. Interesante fué su sorpresa por ver que la gente podría...