Después de aquella tarde donde sinceramente no sabría describir que etiqueta establecida podría describir nuestra relación actual, decidí dejarla y no darle tanta importancia a ese echo.
De las 11 a.m. cuando llegamos a mi departamento, pasamos el tiempo juntos; y ahora eran las 9 p.m. y yo no sabía cómo sucedido tanto en tan pocas horas, o como siquiera soporte el echo de que todo esto pasará y yo solo las dejará ser como lo más normal de mi día a día.
Que vinieras a casa.
Que comieramos juntos.
Que rieramos a la para juntos.
Que compartieramos tiempo juntos.
No lo veía venir, pero sonaba lindo en mi mente.Quizás podría tornarse una rutina; venir después de clases, reuniones, para estudiar o solo por gusto, quedarse hasta por la noche, quizás no sólo merienda llegar, tal vez un almuerzo, hasta la cena, quizás las cuatro comidas hasta que debas irte, o siquiera que no te fueras.
Esos pensamientos se instalaron en mi mente sin permitirme terminar mis actividades del libro de Aizawa.
¿Pero a quién carajos le importa?
Cuando vos; un idiota de pecas me dejó en tal mal estado que no puedo concentrarme en mis tareas, donde en mi mente solamente es ocupada por los recuerdos de tu risa contagiosa, un color esmeralda brillante, y la mejor compañia que pude haber pedido..
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El timbre de mi departamento me despertó molestandome ya desde el único de la mañana.
Ayer deje mis trabajos debido a que no podía concentrarme y hoy por la tarde apenas llegar de la Universidad los haría, tan solo eran dos consignas más, no era un gran problema.– ¡VOY! – grité moelsto para que la persona detrás de esa puerta dejara de tocar molestandome aún más.
Caminé hacía mi armario y me coloque una remera de tirantes junto a mis clásicos pantalones negros de entre casa de algodón y salí de mi cuarto refunfuñando de la irritación que aquella persona desconocida me había dado.
– ¿¡Qué!? – hablé moelsto abriendo la puerta.
– ¡He-Hey amigo...! – habló un nervioso Kaminari. – ¿Todo bien? – me Miró de arriba a abajo. – Oh... ¿Interumpo algo?
– ¿Qué...? – este abrió la boca para volver a hablar, más yo lo tire del brazo haciéndo que pasé y cerré la puerta. – ¿Qué carajos queres?
– ¿No hay nadie...? – miró a todos lados del departamento.
– ¿Porqué carajos abría alguien? Vivo solo idiota. – aclaré con obviedad con mis manos en los bolsillos del pantalón de tela.
– Ah, Bakugou... – me llamó levantando una ceja.
– ¿Hm? – hice lo mismo esperando lo que tenía que decirme.
– ¿Te viste al espejo siquiera? – habló algo incómodo. – T-Tu cuello esta.. – tocó su propio cuello señalandome mi parte afectada en el.
– ¿Qué tiene...? – entre cerré mis ojos sin entender que quería decirme.
– Pues... – vio nuevamente mi clavícula. – Marcas... – sinceró con ambas cejas levantadas.
Mi mente quedó unos segundos procesando lo que había dicho, hasta que lo note de donde o quién habían salido. – ¿Y a vos que mierda te importa?
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🄾🄽🄻🅈🄵🄰🄽🅂 | • 𝘒𝘢𝘵𝘴𝘶𝘋𝘦𝘬𝘶 •
FanficUna tarde tranquila en Internet, topádose con un tweet siendo compartido por toda su página inicial, y siendo hablado por boca de todos, irritandolo, y llevándolo a ver que mierda era aquello. Interesante fué su sorpresa por ver que la gente podría...