Capítulo 7

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JENNIE.

– Ah bueno en ese caso eehm... – pronuncié como pude; evitando hacer contacto visual con sus ojos.

– Tranquila, no hace falta que me digas – dijo quitando su mano de la puerta y apagando la luz.

– Oh, bien – dirigí mi mirada al suelo.

– Jennie... – Mierda, mi nombre sí que había sonado bien mientras lo pronunciaba de esa manera.

– ¿S-Si?

– ¿Ocurre algo? – preguntó acercándose a mí.

Demonios, por supuesto que ocurría algo. La tenia más cerca de lo usual, con dos únicas prendas cubriendo su cuerpo, observándome, hablando de esa manera y mi novio completamente solo planeando algo para nuestra cita.

– No, no pasa nada – sonreí.

– ¿Segura? – preguntó nuevamente

acercándose hasta dejarme contra la pared.

– Aja...

– Estas algo tensa – dijo haciendo que subiera la mirada.

– Y tu...estas, algo ehm...cerca.

Lisa sonrió y luego volvió a dirigir su mirada hacia mí

– ¿Quieres que me aleje?

– No... – tuve que admitir.

– Pues bien porque no lo haré – dijo tomando con ambas manos mi cintura.

– ¿Qué es lo que estas pretendiendo hacer?

– Dar inicio a las clases.

– Que manera tan espontánea – dije rodeando su cuello con mis manos, no podía seguir resistiéndome mas.

– Lo sé – dijo sonriendo un poco y besándome de inmediato.

Mis manos paseaban por su aun húmeda espalda, ella bajó sus manos hacia mi trasero haciéndome quedar muy cerca de su cuerpo mojado, en ese momento no me había importado que posara sus manos allí, yo no pretendía alejarme de ella ni acabar con aquel beso.

De manera lenta fue conduciéndome nuevamente hacia la cama, quedando sobre mí y en ese momento ambas nos separamos.

– ¿Lista para la lección cuatro? – preguntó con su voz un poco más ronca, demonios si continúa con sus voces haré que paremos en este preciso momento solo y únicamente para que hable por horas y así poder escucharla

– Lista – asentí.

– Debes conseguir la debilidad... de tu
"compañero" – dijo sonriendo

– ¿Cómo puedes saber cual es la mía?

– Sencillo – dijo acariciando una de mis piernas – roces, en donde sea, en cualquier lado, pero tu debilidad son los roces – susurró sobre mis labios haciendo que toda mi piel se erizara – ¿te das cuenta? – plantó un fugaz beso en mis labios.

– Eres buena... – sonrió

– ¿Puedes adivinar mi punto débil? – arqueó
una ceja

– Mmm... – musité – el cuello – dije no muy segura.

– ¿Cómo lo sabes? – sonrió

– Lo mencionaste ayer.

– Si que le has estado prestando atención a esto, pero la verdad, el cuello suele ser el punto débil de casi todo el mundo.

– No veo el porqué – sonrió nuevamente

– Déjame enseñarte...

En ese momento dirigió sus labios hacia la zona de mi cuello besándolo seguidamente, una corriente recorrió todo mi cuerpo al sentir aquel contacto, sus labios eran tan cálidos y suaves que a cualquiera se le haría fácil estremecerse al tenerlos en contacto con su piel y más aun si la besaba de esa manera tan endemoniadamente deliciosa.

–  Lalisa... – dije con dificultad

Ella sonrió al oír el tono de mi voz, al parecer notó que aquello había conseguido calentarme un poco.

– ¿Si? – preguntó sin detenerse, si seguía de esa manera yo estaría perdiendo el auto control en cuestión de segundos.

– Basta... – Ella me escuchó y levantó su mirada

– ¿Quieres otro consejo amor? – preguntó subiendo hacia mis labios – jamás pidas que pare – hizo una pausa – es tu turno.

– ¿Que? ¿mi turno?

Ella sonrió con picardía, se levantó de encima mío y me hizo un gesto con sus manos indicándome que también me levantara de la cama.

– Creo que hay mucha diferencia aquí.

– ¿De que hablas?

– Para tener sexo, necesitas estar desnuda
pero.– la interrumpí.

– No me voy a... – fui interrumpida esta vez.

– Por ahora tan solo en ropa interior Jennie.

La verdad no me sentía nada cómoda con ello, pero si no lo hacía entonces ¿Cuál era el punto de todo esto?.

Hice una mueca y a duras penas comencé a sacar mi camiseta, nuevamente ella estaba frente a mí observándome sin ninguna expresión en su rostro... ella tan solo observaba pero esta vez decidí ignorarla.

Al acabar con la camiseta, más que avergonzada dirigí mi manos a la bragueta de mi falda pero en ese momento...

– ¡No puedo! – exclamé cubriendo mi rostro.

– ¿Qué? – preguntó acercándose a mi.

– Esto es vergonzoso mierda – dije bajando mi mirada.

- Entiendo, tranquila no te presiones Jenduki -dijo posando sus manos en mis hombros – pero, ¿Qué crees que vaya a pensar?

– No lo sé, es solo que esto es un poco incómodo – suspiré

– Pues tal vez lo sea un poco pero ten en cuenta que si lo haces no voy a volverme loca y a forzarte a hacer algo para lo que no estés lista, solo trato de enseñarte paso por paso con el fin de que te sientas mas cómoda, confía en mí hermosa.

– De acuerdo – dije desabrochando mi bragueta y sacando mi falda, quedando al fin en ropa interior, Lisa en ningún momento se dedicó a observar pero claro estaba que de igual manera lo haría.

Ella tan solo me dedicó una gran sonrisa y se dirigió a la cama nuevamente, recostándose en barandal quedando en la posición intermedia de estar sentado y acostado.

– Ven aquí – ordenó

Lentamente me acerqué quedando a su lado, no tenía ni la menor idea de que estaba pretendiendo ella que yo hiciera.

– A que se debe... – fui interrumpida.

– Colócate sobre mí – dijo.






My Sex Instructor (Jenlisa G!P) [Corrigiendo Errores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora