My Sex Instructor (Jenlisa G!P) [Corrigiendo Errores]

Capítulo 40

LALISA.

Era lunes nuevamente, y no pude sacarme a Jennie de la cabeza todo el maldito fin de semana y tampoco pude sacar la idea de que ella quizás no está igual, de que ella está por allá en algún lado con aquel idiota, con todo devuelta a la normalidad y tal vez hasta mejor.

– ¿Puedes callarte? ¡Ella esta con ese maldito
imbécil justo ahora! – exclamé sin poder evitarlo ya que Mark no paraba de bromear acerca de todo esto, en ese momento me arrepentía de haberle contado, mierda, ¿Por
qué no pude inventarle algo?

– Cálmate – dijo riendo – ve a interrumpirlos
cuando estén besándose en las gradas ¿Qué te parece?

– No estoy para tus jodidas bromas ¿Qué parte de eso no entiendes?

– ¿Que pasa Manoban? – preguntó riendo – ¿Estás celosa no es así?

– Maldición – exclamé pasándome las manos por mi cabello, intentando tener algo de paciencia y de no estallar en ese preciso momento – lo estoy, ¿de acuerdo? me jode el tan solo pensar que está con él y no conmigo
justo ahora ¿contento?

– Bien, tranquila solo bromeo – dijo algo más
calmado, en ese momento me alegro hacerle
entender que sus bromas me caian bastantes
pesadas – pero oye, allá esta Kai y no está
con Jennie – señaló – está con JB, vamos.

Fruncí el ceño ante esa sugerencia, lo último quequeria era oírle hablar acerca de eso y tener que contenerme las ganas de partirle la cara a ese idiota. Pero tuve que contenerlas ya que Mark fue hacia ellos sin siquiera avisar y no tuve de otra, quedarme como una idiota solo para no escuchar acerca de su cita con Jennie sería estúpido, aunque la verdad llegué a considerar esa idea, pero terminé yendo tras Mark, tratando de lucir relajada y en calma, repitiéndome una y otra vez que no fuese a soltar nada, ni a meter la pata pues eso traería como consecuencia el odio de Jennie y eso, eso precisamente era lo menos que yo necesitaba ahora.

– ¡Hey! – exclamó Mark uniéndose a ellos.

– Hey – respondió JB sin siquiera dirigirle la
mirada.

– ¿Qué hacen? – preguntó parándose al lado de Im y rodeándolo con su brazo.

– Hombre, solo escucha ¿Entonces qué ocurrió?

– Pues – dijo Kai – yo no conseguía las llaves de mi departamento, maldije mil veces
en mi cabeza, creí que las había dejado en el
restaurante. Pero luego logré solucionarlo, las
tenia al fondo de mi bolsillo.

– ¿Y luego?

– La conduje a la habitación sutilmente para
que no se negara.

¡Maldita sea!

– ¿Y se negó? – preguntó Mark observándome
con una risa burlona pegada a su estúpido rostro.

– No, por supuesto que no.

– ¿Y que tal estuvo Jennie? – preguntó JB – ¿Valió la pena?

– Muy bien, a de haberse acostado con muchos sujetos antes – rió.

Los chicos rieron un poco ante eso, pero
por mi cuenta esa fue la maldita gota que
derramó el vaso. Me quedé totalmente callada observándolo, tratando de llamar su atención con la mirada para que pudiesen notar que ese chiste no me habia causado nada de gracia, tratando también de no romperle los dientes justo en ese momento.

– ¿Qué demonios fue eso? – pregunté luego de unos segundos haciendo que se tensara el
ambiente.

– ¿Qué ocurre? – preguntó con cinismo el muy
imbécil mientras aún reía.

– ¿Que mierda es lo que precisamente quieres dar a entender?

– Vamos Lalisa, tú entendiste perfectamente.

– Pues en ese caso entendi que quisiste llamarle perra a la chica con la cual te acostaste

– Pues bien – dijo con indiferencia asintiendo.

– Escucha... solo espero que con lo que acabas de decir estés dando referencia a las chicas con las cuales has estado engañando a Jennie, no con ella –rió

– No la he engañado Lalisa.

– Entonces ¿De dónde demonios has sacado las pelotas para decir algo como eso? – pregunté tratando de lucir calmada – ¿Qué clase de imbécil se burla de su novia de esa manera?

Este se quedó observando hacia la nada unos
segundos y volteó su rostro hacia mí con las
intenciones de responder.

– Yo no la he engañado – dijo – Claro, eso es lo que quisieras para que ella fuera directo hacia ti a llorar – dicho esto se escucho un "buuh" venir de los chicos – ¿por que solo así puedes tenerla no? – rió nuevamente.

– Eres un hijo de puta.

– ¿Por qué, Manoban? ¿Por tener lo que tú no?

No lo pensé si quiera una vez para dejar mi
puño estampado en su cara en ese momento
haciendo que este la volteara unos minutos
tratando de entender qué había ocurrido, al
hacerlo repitió la misma acción conmigo, dando con su puño en alguna parte de mi rostro, si no podia gritarle en su cara que habia sido yo quien la había hecho llegar al mejor orgasmo de su vida, al menos trataría de rompérsela para calmar mi ira ¿no es asi?
Sin darme cuenta ya estaba abalanzada sobre él tratando de destrozarle el rostro en mil pedazos.

– Prefiero ser un jodido pañuelo de lágrimas a
un maldito hijo de... – no había terminado de culminar mi insulto cuando los chicos quisieron intervenir.

– ¡Sepárense! – exclamaban Marky JB.

Ambos hicimos caso omiso a esto, la verdad
en ese momento no podia pensar en nada más que hacerlo mierda de una u otra forma y él, la verdad no sé que demonios pasaba por su mente y me daba igual.

– ¡No la tendrías en tu cama ni un segundo de
tu jodida vida! – reí

– ¡Es eso lo que no sabes y te sorprenderías
pedazo de idiota!

– Lo único que sé es que tú estas tan estúpidamente enamorada de ella y no te das
cuenta de que ni en tus sueños vas a lograr
conseguirla ¿Sabes por qué Lalisa? ¡Por
que no le importas!

En ese momento sentí unos brazos rodearme
con fuerza y apartarme de ese idiota, impidiendo que le cerrara la boca de una vez.

– ¡¿Pueden calmarse?! – preguntó Mark, quien me había apartado – esta mierda no tiene sentido.

– ¡Lo único que no tiene sentido es este hijo
de puta que quiere llamarse hombre! – grité tratando de zafarme de su molesto agarre.

– ¡Lalisa tranquilizate! – gritó JB desde el otro lado mientras sostenía a Kai

– ¡No me interesa! – grite – ¡Oyeme Jong-in! Sí, ¡estoy jodidamente enamorada de ella! ¡Y me da igual si no es conmigo con quien está! iLo que me jode es que seas tan poco hombre al hablar así de ella o de cualquier otra, porque eso es lo que eres, un idiota de mierda sin siquiera un poco de hombría, eso es todo!

Dicho esto me zafé de Mark y me retiré sin más nada que decir, podía sentir mi rostro sangrar y mi ojo izquierdo dolerme como el infierno, pero había valido la pena... al menos eso creo.