Capítulo 17

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JENNIE.

– En mi habitación, con las luces apagadas, bajo mis sábanas – dijo acercándose a mi, cuando la ví reí.

-Perfecto.

–  Luego podríamos darnos juntas una ducha y tal vez...– le interrumpí.

– Para.

– ¿Por qué? Tan solo te estoy contando mis
planes – dijo con un puchero –, a no ser que te impaciente oírlos... – su cambio de voz fue tan brusco y a la vez sexy que...Dios, ¿por qué me hace esto?.

– No, solo prefiero que sea una sorpresa –
mentí, oír eso hacía que extrañamente mis
bragas se mojaran, era demasiado vergonzoso que con el simple hecho de escucharla hablar de esa forma ocurriera eso.

– Ah – musitó – oye no irás a clases ¿cierto?

– No, ya que – me encogí de hombros.

– Ven conmigo – dijo sonriendo ampliamente.

Fui tras ella caminando por los pasillos vacíos, subiendo algunas escaleras, hasta llegar al final de otro pasillo totalmente desolado, parando así en un salón de clases.

– ¿No se suponia que no sería en un salón de
clases? – pregunté mientras entraba.

– Y no lo será – dijo – te traje aquí solo para un pequeño adelanto.

– ¿Que?

Ella tan solo sonrió mientras le pasaba el seguro a la puerta y me dirigia hacia el final del aula, acorralándome contra una esquina, cerca del escritorio. Yo no pretendía hacerlo en el salón, ¿y si los de limpieza nos descubren en pleno acto? y tampoco creo que sea muy cómodo ni emocionante en este lugar.

– Lisa, aquí no.

– Lo sé, lo sé.

– ¿Entonces que haces? ¿Es esto parte de una
lección?

– No, aunque sí hace falta.

– ¿Que harás?

Nuevamente no respondió nada en lo absoluto y rompió cada distancia que existía entre nuestros cuerpos, uniendo sus labios a los míos. No tenía ni la menor idea de lo que haría, no habia nada relevante en lo que hacia, tan solo me besaba como si de eso dependiera su vida y no me quejo de ello.

Hasta que una de sus manos rodó desde
mi cintura hacia mi abdomen torpemente
queriendo desabrochar los botones y bajar la
bragueta de mi pantalón, y lo consiguió rápido lo cual me impresionó un poco, tal vez pensó que por el simple hecho de que estuviésemos besándonos no lo notaría, pensó mal.

– ¿Que demonios estás haciendo? – pregunté
al separarme.

– Verás hermosa – dijo en mi oído –, tu lindo
cuerpo es totalmente virgen ¿logras entender? – preguntó como si estuviese explicándole una ecuación argebraica a un niño de ocho años.

– Si Lisa, eso lo sé.

– Bien, por esa misma razón estas
algo...ehm...apretada – culminó la oración,
colocando una de sus manos en el mismo lugar en el cual hace unos segundos estaba –, así que... al hacer esto te ayudaré a que no sientas tanto dolor... – susurraba pausada mente para no ser tan directa, aunque de una forma u otra lo estaba siendo.

– Lalisa esto es... – fui interrumpida.

– No aceptaré un no por respuesta amor – dijo – pues, tu ya te has familiarizado un poco más anoche, si sabes a lo que me refiero... ahora es mi turno – sonrió.

– Deja de habar como si no entendiera
que quieres hacer y recuerda que pueden
escucharme. – Lisa rió

– No, nadie te escuchará... – dijo colando
despacio su mano entre mi ropa interior – gime bajo y jadea mi nombre justo en mi oido, solo yo podré oirte... – introdujo su mano un poco mas – y sé que lo harás por que esto va a gustarte – dicho esto comenzó a jugar con sus dedos, explorando cada parte de mi feminidad y despacio introdujo uno de ellos haciéndome soltar un ahogado y frágil gemido – hazlo... quiero oírte – susurró para luego introducir en mí uno más.

– Ah...Li-lisa... – jadee

– Oh, genial hermosa... – Susurró mientras
realizaba pequeños movimientos circulares.

– A-Ah – gemí rodeando mejor mis brazos a su
cuello.

– ¿Te agrada? – preguntó de la misma manera, asentí. – Juro que no puedo esperar
para entrar en tu precioso cuerpo... – plantó
un pequeño beso en mi mejilla mientras
lentamente introducía un tercero, haciendo que un cosquilleo un poco más intenso recorriera mi cuerpo, no quería gemir para no ser escuchada en los pasillos pero claro estaba que ella conseguía lograr que lo hiciera al susurrar tales cosas mientras hacía lo que hacía.

– Mierda – dije entre jadeos –, ah... Lisa... eres...

– ¿Si? – aumentó solo un poco mas la velocidad de los movimientos.

– Eres... genial... en esto... ah.

– Gracias hermosa – besó la comisura de mis
labios – dime cuando sea suficiente...

– Aún no.

– ¿Sigo?

– Si...

– ¿Lo hago? – tan solo quería oírme pedirle que lo hiciera.

– Lisa... sigue así... sigue así – dije entre bajos
gemidos.

– Mierda Jennie... podría venirme con tan solo escucharte – susurró.

Era imposible, totalmente imposible contenerse al tenerla realizando tal acción mientras susurraba cosas en mi oído.

Lisa continuó de esa manera unos cuantos minutos, aquello me hacía desear que el dia pasara lo mas rápido posible. La campana
sonó justo en ese momento e hice el intento de separarmne.

– No me detendré hasta mojar tu braga – dijo
realizando más movimientos con sus dedos.

– Pero...

– Nada, solo...ten en cuenta que, ahora se
sentirá mucho mejor cuando entre en tí esta
noche.

– Lalisa... – ella sonrió

– Haces que mi nombre suene tan bien. – solté una pequeña risa – Eres encantadora.

Y luego de unos minutos, logró conseguir lo que quería, deteniendo su paso pero, sin sacar su mano de mi braga dijo:

– Ahora estás mojada y solo para mí

Le dediqué una sonrisa y planté un pequeño
beso en su mejilla.

– Saldré antes para que nadie sospeche – tomé su mano y la coloque en donde debería estar, fuera de mí.

– De acuerdo – besó mis labios rápidamente.

Ahora solo debia salir del salón sin que nadie
lograra verme, pues no tenía excusa alguna para estar ahi.

My Sex Instructor (Jenlisa G!P) [Corrigiendo Errores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora