Capítulo 9

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Tras haber dicho eso procedió a quedar sobre
mí besándome de manera frenética. Mierda,
podría jurar que besaba miles de veces mejor al estar excitada. Su mano derecha se encontraba apoyada a la almohada mientras su mano izquierda acariciaba mi torso y mis piernas se encontraban rodeándola, entonces ahí pude entender el porqué todas esas chicas querían acostarse con ella más de una sola vez, pues a pesar de ser apenas el comienzo, se sentía bastante bien.

Luego de varias remolcadas y demás, pude
sentir como estaba haciendo el intento de
sacarme la poca ropa que cubría mi cuerpo,
pasando sus manos por mi espalda, con toda la intención de sacar mi brasier y sinceramente yo no pretendía detenerla, pero en ese momento mi teléfono comenzó a vibrar.

¿Quién mierda se atrevía a interrumpir?

– Lo siento – dije tomando el teléfono.

– Tranquila – musitó sin quitarse de encima.

– ¿Hola? – dije en forma de pregunta
acercando el móvil – Hola cielo – dije para
luego notar como Lisa realizaba una
mueca – ¿mañana? ehm... como a las 11 tal vez – hice una pausa – claro, perfecto... am, nos vemos, adiós.

– ¿Kai?

– Sí, iremos a almorzar mañana.

– Que lindo – dijo – pero aún no hemos terminado, asegúrate de que no intente nada
contigo ¿vale? – reí

– Lo dudo.

Ella se bajó quedando a mi lado, mientras yo
moría por pedirle que siguiera sin importar qué, pero no podía pedirselo ¿que le iba a decir? "Oye sigue, no me dejes de esta manera" eso seria tomar mi dignidad, dejarla caer al suelo y pisotearla una y otra vez, además, su expresión era como si quisiera fingir que eso no habia ocurrido.

– Nunca sabrás que quiere, pero cuando tengas todas las tácticas aprendidas ve y hazlo – dijo – necesito hacer bien mi trabajo.

– De acuerdo.

– ¿Y entendiste bien las lecciones de hoy,
hermosa? – preguntó.

– Si – dije volteando a verla.

– Pues lo noté, eso que hiciste fue... – mordió
su labio inferior, tal vez bromeando o tal vez de manera inconsciente – creativo – dirigió su
mirada hacia mi.

–  Yo...

– Tranquila, eres mejor de lo que creia, procura hacer algo como eso el dia de tu última lección. – rei

– Bien, intentaré repetirlo.

– Amaría eso – dijo – oye...

– ¿Si?

– Te ves bien en ropa interior, Jane – susurró,
ya había tardado en realizar un comentario de ese estilo.

–Lalisa, la luz está apagada ¿sabes?

– Lo sé, pero aun así puedo ver lo bien que te
queda... Dios, si yo fuera Kai te lo haría
hasta más no poder, lastima que solo tengo un par de oportunidades.

– Oh tranquila, cuando aprenda tendremos sexo todo el tiempo.

– ¿De verdad?

– iNo! – reí.

– Eso es lo que dices ahora pero cuando te haga mia, pedirás mas –dijo con egocentrismo.

– Cállate – le respondí riendo.

– Solo quería ver tu reacción – rió – aunque
en realidad esas braguitas de colores te quedan muy bien y te verías mucho mejor si la luz estuviese encendida pues así podría ver el bonito rosado que tienen tus mejillas en este momento.

– No están coloradas – reprochó.

– Si que lo están pero es muy tierno.

– ¿De verdad dormiremos en la misma cama? – pregunté cambiando el tema.

– Claro que sí, a menos que te incomode... si es asi puedo ir a el sofá.

No podría mandarla al sofá aunque quisiera.

– No, quédate.

– Esperaba que dijeras eso – exclamó aliviada – no queria dormir en el sofá... – reí

– Lo sé – dije recostándome en su pecho

Hubo un minuto de silencio y luego ella bajó su mirada hacia mí

– Jenduki, ¿puedo preguntarte algo?

– Claro.

– Conociéndote me pregunto si no sientes
culpa al hacer esto...

– Si – dije de inmediato – Amo a Kai, es
muy dulce pero, no lo sé... no quiero meter la pata, soy bastante torpe.

– No lo eres – dijo – y me parece tierno que
sigas siendo virgen, pero haré lo posible para que no metas la pata.

– Gracias de antemano – le sonrei aunque tal
vez no me podía ver.

– No es nada, hermosa.

– Lisa... – dije entre bostezo – ¿que hora es?

– Creo que media noche.

– Oh mierda – exclamé – es algo tarde... creo
que deberiamos dormir – dije volteándome
hacia el lado contrario, dándole la espalda.

– De acuerdo – musito volteándose hacia mí – descansa hermosa – dijo para luego plantar un pequeño beso en mi mejilla.

– Gracias – dije tomando una cobija – tu igual.

– Déjame ayudarte – habló al notar que me
costaba extenderla, al ayudarme como pudo, entró también en ella, colocándose en la misma dirección en la que yo me encontraba,
acercándose a mí y con una de sus manos
tomando mi cintura, estaba lo suficientemente cerca como para dejarme sentir su respiración chocar contra mi cuello, eso me tenia inmóvil, pero era lindo, realmente lindo.

My Sex Instructor (Jenlisa G!P) [Corrigiendo Errores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora