Capítulo 21

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JENNIE.

Lalisa se movia lentamente pero sin cesar
en ningún momento, no era agresiva pero lo
hacía como si de eso dependiera su vida en
ese momento, aquello lo mejoraba todo y era
totalmente imposible evitar que cada acción
que ella realizara no me provocara gemidos,
yo lo hacía sin pensarlo, su nombre tan solo
salía de manera espontánea, al igual que los gemidos.

Ella sonreia al escucharme, mientras entrando y saliendo de mí en bajos gemidos decía:

– Ah...Jennie eres...hermosa...

Cada segundo sus movimientos eran un poco
mas rápidos, sus manos acariciaban mi espalda, podia sentir el dulce contacto de sus labios en mi cuello, no obstante hacia contacto visual, notando que aquel color miel se encontraba tornado de un color café oscuro, podía escuchar su voz jadeante y mis manos se encontraban en su espalda intentando no arañarla tan fuerte.

Era fantástica, toda una genia, sin duda
alguna acostarse con ella debería ser contado
como una de las siete maravillas, ahora podía
entender por qué el desespero de esas chicas.

Tal vez esto que diga esté mal, pésimo, atroz,
pero creo que no hubiese habido nadie mejor
con quien perder mi virginidad, ni siquiera Kai.

– Lisa...

– ¿Si?

– Continua así, un poco más... ah...más rápido.

– Uhm... – musitó sin acelerar mucho el paso.

– ¡Lisa! –  exclamé.

– ¿Ah? – preguntó haciéndose la desentendida mientras se detenía, maldito sea el momento en el que se me ocurrió hablar.

– Lisa continua, por favor continua – exclamé
rodeando su cintura con mis piernas, por alguna razón mi excitación habia aumentado.

Tan solo conseguía que se detuviera por
completo, claro estaba que queria oírme pedirle que siguiera y no lo pensé dos veces, pero ella no cedía, simplemente me observaba sonriente mientras salía con lentitud de mí.

– ¿Que demonios Lalisa?

Por impulso retiré mis manos de su cuello,
colocándolas en la parte baja de su espalda casi inmediatamente, empujándola hacia mí para hacer que entrara nuevamente, provocando a su vez que Lisa soltara un gemido.

Mi mente estaba bastante nublada y no podia
pensar en algo que no fuese tenerla dentro
mio y como habia mencionado anteriormente, aquello fue solo un impulso causado por mi excitación, pues si hubiese estado consiente, en ese momento tal vez por timidez no habría hecho tal cosa.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro,
besó la comisura de mis labios y siguió de una manera mil veces mejor, aumentando su paso y soltando gemidos seguidamente.

¿He mencionado antes que su voz me vuelve
¿loca?, tal vez alrededor de unas cincuenta veces.

Todo lo relacionado al sexo con esta chica es
perfección pura, hasta su manera de gemir era suficiente para hacer que tus bragas se mojaran por completo, pero en este caso, conseguía desesperarme aún mas.

– ¿Sientes...algo...en especial?- preguntó con
mucha dificultad.

He oído que usualmente no se habla mucho
durante el sexo, pero para mí estaba perfecto
que ella hablara.

Me quedé en silencio pues además de estar muy agitada, no sabia que responder. Sí sentía algo, sentía que incluso la respiración estaba por faltarme, otra razón por la cual no di respuestas.

No quería que se detuviera, deseaba que
siguiera cada vez más rápido. Una descarga de adrenalina subia y bajaba por todo mi cuerpo en ese momento, pero no sabía como describirlo y tan solo asentí.

– Perfecto, llegaremos... juntas... te gustará.

Y dicho eso, su paso aumentó solo un poco más, pero no de manera salvaje, al contrario, era fantástico.

– A-Ah...ya casi amor... – susurró continuando
de la misma manera.

Apenas se me hacía posible respirar pero ni
siquiera sentía la necesidad de hacerlo, mi
corazón parecía ir a millones de latidos por
segundo y podia notar que Lisa estaba
igual o incluso un poco más agitada. Llegó un momento en el cual salió de mí por unos segundos, abrí mis ojos haciendo contacto visual con los suyos, una mirada llena de dulzura fue dirigida a mí, seguida de una sonrisa.

Lisa se acomodó un poco y procedió
a entrar en mi nuevamente, provocando que
ambas soltáramos un gemido al unisono,
entonces justo en ese momento... Pude sentir
en carne propia como era aquello lamado
"orgasmo" de lo que todos solían hablar y
sin duda alguna, habia sido como darle una
probada al cielo.

Magnifico.

My Sex Instructor (Jenlisa G!P) [Corrigiendo Errores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora