Capítulo 10

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– ¡Jennie! – exclamaba una voz mientras los ladridos de mi pequeño cachorro se escuchaban al fondo – ¡Jennie! – yo solo pretendía ignorarla – ¡Ruby Kim! – exclamó nuevamente, maldita voz

– ¡¿Qué?! – dije enojada mientras me levantaba.

– ¡Jennie! – exclamó nuevamente y esta vez pude distinguirla.

– Mierda, Kai – me dije a mí misma al colocar los pies sobre la tierra, volteé hacia
mi lado y ahí estaba la pobre Lisa profundamente dormida, Kai tenía llaves de este departamento y al dejar de notar señales de vida, entraría sin pensarlo, así que debía darme prisa

– Lalisa, Pranpriya –dije moviendo su hombro.

– ¿Ahm? – musitó adormilada.

– Despierta.

– ¿Qué?

– ¡Despiértate!

– Espera, un rato más... – dijo sin realizar ningún movimiento.

– Manoban levántate antes de que Kai nos mate – le dije moviéndola bruscamente, estaba desesperada.

– ¿Kai?

– Si Pranpriya, ¡Kai! – dije – nos quedamos dormidas y vino por mi, no puede verte.

– Mierda – dijo saltando de inmediato de la cama – y una cosa mas no me llames Pranpriya. – Me dijo con una mirada seria

– Tú me llamas Jane así que yo tengo derecho de llamarte Pranpriya

– ¿Amor? – escuché desde afuera. Lisa me dirigió una mirada llena de susto.

Y es que cualquiera pensaría que era normal que dos mejores amigas se quedaran a dormir juntas, pero con Lisa era completamente distinto porque ella tenía preferencia hacia las mujeres, y yo realmente aún no lo tenía definido, pero era claro que heterosexual completamente no era, y Kai era consciente de esto.

Por lo que nos mataría si nos viera en este estado.

– ¿Qué hago?

– No... no lo sé.

Logré oír la puerta del living abrirse y la voz de Kai saludando a mi pequeño cachorro; mi
corazón estaba por salir de mi pecho.

Esto no podía estar pasándome, nunca duermo tanto, suelo despertarme relativamente temprano.

– ¡Entraré a tu armario!

– Que original eres – dije con sarcasmo mientras me colocaba mi camiseta.

– ¿Qué esperas? mi cabeza no da para mas.

– Pues ve, entra.

La manilla de la puerta giró y Lisa a paso fugaz entró en el armario, dejándome respirar al fin.

– Kai, cielo – dije al verlo entrar.

– Hola hermosa... – saludó él – estuve tocando la puerta por un largo rato.

– Lo siento tanto, me quedé dormida.

– Lo noté, pero tranquila es temprano y aún nos da tiempo – sonrió ampliamente, era tan lindo, ¿Cómo podía hacerle esto?.

– Bueno, en ese caso creo que me voy a... – no terminé la oración al notar la ropa de Lisa tirada en el suelo, muy cerca del armario y de nuevo mi corazón subió a mi garganta.

¿Lo peor? Que Lisa acostumbraba a usar ropa ancha y se podría decir casi masculina. Era
obvio que Kai se daría cuenta que era de ella.

¡Gracias, Manoban!

Kai me observaba de forma rara mientras yo caminaba de espaldas hacia el armario "¿qué le digo?" pensé para no quedarme callada y así levantar sospechas.

– Creo que me voy a cambiar – dije chocando a propósito con el armario, dándole un fuerte
golpe, Lisa tenía razón en decir que soy pésima al tratar de fingir que lo tengo todo bajo control.

– Oye, ¿Qué te ha hecho ese pobre armario? – preguntó Kai riendo debido al golpe. Yo lo
acompañé con una risa nerviosa

– Nada, es solo que... me tropecé – no sabía que decir para que Lisa entendiera y tomara su ropa, la cual yo estaba cubriendo

– este torpe armario no debería estar situado aquí, siempre lo quise un poco más a la
izquierda pero ya que ¡hay muchas cosas que no deberían estar situadas por aquí! – exclamé golpeando nuevamente el armario con la esperanza de que Lisa entendiera.

– Ah... si... – dijo confundido.

– Oye – rasqué mi nuca – me voy a cambiar. Espérame en el living, ¿de acuerdo?

– Claro – sonrió – esta bien... – dijo saliendo lentamente de la habitación.

– ¿No entiendes las indirectas? – pregunté abriendo el armario, encontrándome con
Lalisa observando mis prendas.

– ¿Qué? – preguntó despistada.

– ¡Tú ropa idiota! – dije – estaba tirada en el suelo y tuve que actuar como torpe para que no se viera.

– Mierda la dejé afuera – dijo tomándola – lo siento mucho - se disculpó mientras salía del
armario y se vestía.

– Dios, estoy tan preocupada - dije buscando algo que ponerme – ¿Cómo vas a salir de aquí? Si él te ve se molestará

– Déjame tus llaves y salgo cuando se vayan – dijo.

– Buena idea – dije entrando al baño y cepillando mis dientes.

– Lo sé – se colocó su camisa – funciono bien bajo presión. – Reí

– Pues lo noté que lista – dije luego de enjuagar mi boca.

– Ya sabes lo que te dije, nada de sexo hasta que yo te enseñe – advirtió.

– De acuerdo, de acuerdo.

– ¿Dónde están tus llaves?

– En la cartera azul que está dentro del armario.

– Bien – dijo mientras se dirigía a este – ¿Cuál cartera azul?

– Una azul, la única azul que tengo ahí – indiqué cepillando mi cabello rápidamente.

– Pues tus llaves no están en esta cartera- dijo sacándola.

– ¡Tienen que estar!

– Pero no hay nada.

– Ahí tienen que estar – repetí arrancándole la cartera.

– Joder te estoy diciendo que ahí no hay... – Lisa fue interrumpida.

– Amor, escucho voces ahí dentro – dijo

My Sex Instructor (Jenlisa G!P) [Corrigiendo Errores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora