Amor Honor y Venganza

Capítulo 16

Mew no había podido sacarse a Gulf de la cabeza.

Si respiraba, inhalaba su aroma.

Si cerraba los ojos, podía verlo deshacerse ante sus caricias.

Si pensaba en él, se ponía tan duro como una piedra.

Off palmeó el hombro de Mew sacándolo de sus recuerdos, el alfa ni siquiera se dio cuenta de que había detenido el auto.

—Vamos, Suppasit es hora de hablar de negocios, agradezco el rapidito con mi omega, aunque... tú también pasaste un buen rato, te noto muy callado, baja ya. —Mew bajo del coche y lo siguió, estaban en una de las zonas más alejadas de la Gran Manzana, en alguna parte de Queens frente a un almacén abandonado.

—Si no te conociera bien, pensaría que vas a matarme.

Off sonrió.

—Tantos atentados juntos parece que te están afectando, por cierto, lamento la muerte de tus padres, pero parece que ya encontraste algo de consuelo.

Mew se detuvo unos pasos tras Off...

—Nunca olvidaré lo sucedido a mis padres, Off, ¿por qué no me dices de una vez qué diablos quieres de mí?

Off levantó los brazos y los dos hombres de Mew llevaron las manos a sus armas, pero el alfa dio la orden de que se quedaran quietos.

—Me conoces, Mew... Solo quiero proponerte un negocio.

—Uno del que llevas hablando todo el maldito día, pero que aún no sé qué rayos es.

—La paciencia es una virtud, amigo. —Se acercó, los hombres de Mew se movieron y gritó—. Vamos, chicos, si quisiera matarlo lo hubiese hecho desde que se bajó del puto avión. —Mew noto que los hombres de Off ni siquiera se habían movido—. ¿Vas a entrar? —preguntó.

Mew hizo un ademán para mostrarle que primero tendría que ir él, Off rio, pero empezó a caminar hacia el lugar. Abrió las puertas y Mew lo siguió, los hombres caminaban detrás de Mew mientras los de Off se quedaban fuera.

El edificio completo estaba en ruinas, el techo se caía a pedazos, pero las partes rotas estaban cubiertas con algún tipo de láminas de fibrocemento que permitían que la luz entrase. Off siguió caminando, así que lo siguió, abrió un par de puertas más y una cantidad de helechos saltaron a la vista, solo que no eran helechos... Eran...

—Supe que entregaste la distribución y venta de drogas a los carteles, que les estás dando protección, seguridad y sana competencia a cambio del 55, 5 % de las ganancias netas anuales... Chico listo.

—Y tú tienes muy buenos informantes. —Acaricio una hoja de la muy viva planta—. ¿Una maldita granja de marihuana? ¿En pleno Nueva York?

—Oye, no las maldigas, se entristecen y se marchitan... ¿No has oído hablar de las energías de las plantas?

—Eres un jodido lunático —Mew rio.

—Ahora que has dejado el negocio de las drogas y que tú y yo tenemos el mismo deseo de dejar la "ilegalidad" —hizo comillas con sus manos—, quería invitarte a mi pequeño negocio. 

—Me imagino que no solo tienes este cultivo —dij Mew mirando el invernadero.

—Sabes que en 2019 se movieron en marihuana más de 8.6 billones de dólares en todo Estados Unidos y que, además, en este querido país se ha legalizado esta plantita en más de treinta estados.

—Como uso medicinal...

—Patrañas, el mercado potencial de marihuana legal llega a los 9.7 billones, según un estudio de Arcview Market Researh y BDS Analytics.