Capítulo 20

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Quedaba poco menos de dos horas para la reunión con Yang Yang y era ineludible que el alfa hiciera sus propias averiguaciones, por mucho que le desagradara a Mew, en esta ocasión tenían que trabajar juntos.

—Vas muy callado. ¿Qué sucede? —comentó Leo a su lado mientras subía el vidrio de seguridad para que Ohm no escuchara su conversación—. Me informó Tay que hoy Samantha Coates estuvo en la casa en horas de la tarde y exigió verte. — Mew necesitaba terminar su relación con Sammy—. ¿Piensas terminarla ahora que estás de novio con Kanawut?

—No estoy de "novio" —hizo comillas con las manos— de Gulf, él es mi omega y cuando acabe con toda la mierda que nos rodea, será mi esposo.

—Uhhh, no creo que eso le guste mucho a la omega de nuestro querido alcalde.

—Ella y yo no éramos exclusivos, se ha terminado antes.

El alfa dio por concluido el tema y Leo tuvo el buen tino de no insistir más.

—¿Qué esperas que pase con Yang Yang hoy? —preguntó Leo unos minutos después. 

—Lo único que espero es que no nos matemos antes de decirnos lo que tenemos que decirnos, si queremos sacar la amenaza de lado y lado tendremos que trabajar juntos —resoplo—. Creo que mi padre ha de estar revolcándose en su tumba al ver que voy a trabajar de la mano de Yang Yang.

—Si es que en realidad nos cree, tienes a su omega y ahora quieres incriminar a sus hermanos... Perdóname que te lo diga, pero me siento inquieto, es como si fuésemos directo a la cueva del león

La reunión se llevaría a cabo en uno de los edificios abandonados al noreste, un territorio que le seguía perteneciendo a la Sacra Familia. Como llegaron una hora antes, sus hombres se ubicaron rápidamente; Ohm se quedaría en el coche con un pie en el acelerador en caso de que la situación se le saliera de las manos.

Leo tenía las copias de todos los documentos que el espía de Off le había entregado y Tul pondría los originales a buen recaudo.

—Jefe, hay hombres de Yang Yang por toda la zona —dijo Kao por medio de los micrófonos y auriculares que Tizano, uno de los informáticos, había adquirido hacía poco tiempo.

—¿Cuántos?

—Al menos ocho, hay dos en el último piso del edificio a la izquierda, y dos en el perímetro. Todos están armados señor.

—Ustedes también lo están, ubica a nuestros hombres de tal manera que cada uno esté a cargo de un chino. Tú, Tay, y tú, Kao, quédense donde puedan darle a Yang en caso de que él intente atacar primero.

—El auto de Yang Yang está llegando señor.

—¡Todos a sus lugares! —gritó Leo—. El deber es proteger a Mew.

Leo salió del auto justo cuando el coche de Yang Yang se detenía. Salió con las manos en alto mostrando que no tenía armas, pero conocía demasiado a su enemigo, estaba seguro que iba armado hasta los dientes. 

Li Xian  el guardaespaldas de el alfa Yang fue el primero en salir, su arma apuntaba a Leo.

—Baja esa arma, mi jefe ha venido en son de paz.

—¿Dónde está el omega del jefe?

—A salvo, en un lugar muy lejos de aquí.

Mew abrió la puerta y salió, tres puntos verdes aparecieron en su frente y pecho, cuatro iluminaron el rostro de Li Xian.

—Sal del auto, Yang, no tengo toda la jodida noche —Mew exigió al hombre en el interior del vehículo.

Pasaron unos segundos antes de que la puerta del vehículo frente a Mew se abriera y Yang Yang saliera.

Amor Honor y VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora