R.10: 𝑨𝒕𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏

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Privación sensorial: Es la restricción total o parcial de estímulos de uno o más de los sentidos.

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Cuatro cuerdas estaban atadas a cada esquina de la cama y de ellas estaban sujetas también  las muñecas y los tobillos de un hombre que con tanta facilidad y disposición se estaba volviendo sumiso, incluso a petición de el mismo.

—¿Puedes ver? ¿Cuántos dedos tengo frente a ti?

—No lo sé babe, no veo más que oscuridad.

Gerard dejó escapar una pequeña risilla y se removió sobre Frank, estaba sentado ahorcadas sobre su abdomen. Se inclinó hacia un lado, tomó de la mesa de noche su celular con auriculares y los juguetes que usaría con su esposo, era una oportunidad única que no iba a desaprovechar. Mientras buscaba algo de música clásica para ponerle a Frank dejó sobre su pecho los juguetes con la intención de molestarlo.

—Gee, quiero que tú estés completamente a cargo en el próximo reto —había dicho Frank esa mañana mientras abrazaba a Gerard por la cintura.

—¿Qué? —preguntó confundido en medio de una sonrisa, se giró sobre su eje para abrazar el cuello de su pareja—. Es la privación sensorial obviamente tú tienes que estar a cargo.

—Obviamente no bebé. Sin objeciones, quiero que tu domines todo, eres bueno en eso. Sorpréndeme. —Sin decir más depositó un beso sobre la nariz de Gerard y se devolvió a seguir viendo televisión en la sala de estar.

Gerard se había quedado de pie unos minutos pensando en aquello. Se mordió el labio inferior y sonrió, muchas ideas cruzaron su mente al imaginar a Frank completamente indefenso bajo su cuerpo. Casi una hora después ambos ya habían acordado todo, inclusive la palabra de seguridad para Frank.

Ahora, después de la cena los dos yacían en el cuarto de juegos a punto de iniciar una nueva ronda de diversión.

—Antes de que comencemos —dijo Gerard con los auriculares en mano, ya el teléfono estaba ubicado sobre la almohada a un lado de Frank—. ¿Puedes decirme una última vez tu palabra segura, cariño?

Machine...

—Correcto, no tengas miedo de utilizarla en cualquier momento. Si te sientes nervioso o incómodo debes detenerme Frankie, es algo nuevo para los dos y me da un poco de temor...

—Tranquilo bebé... —le interrumpió Frank—. Todo lo que decidas hacerme estará bien para mi, estoy a tu completa disposición.

—Que tentador suena eso... bien, de todas maneras no voy a amordazarte porque quiero escuchar como suplicas, después de todo no todos los días te tengo así, atado a la cama, desnudo, indefenso... —. Gerard se inclinó sobre el pecho de Frank y alcanzó su cuello con sus labios. Comenzó a repartir besos húmedos sobre toda la zona, trazó patrones circulares sobre su manzana de adán y arrastró su lengua en una línea fina sobre su mandíbula hasta alcanzar los labios de su esposo nuevamente—. Voy a disfrutar tanto esto...

—Yo también, ya me siento super duro y ni siquiera me has tocado Gee...

—Cariño dime un número del uno al diez —dijo Gerard mientras se mordía los labios. Se movió un poco más abajo, rozando ahora su miembro erecto con el de Frank.

—Mmm —gimió Frank y tensó sus piernas—. No lo sé bebé, el ocho no suena mal...

—Que buena elección... —. Gerard tomó uno de los juguetes, el más largo, lanzó los demás a un lado sobre el colchón y apoyó su pecho sobre el de Frank, dejando su culo un poco en alto pero rozando la polla ajena con la suya aún.

𝐒𝐦𝐮𝐭 𝐂𝐡𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧𝐠𝐞 ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora