15- Dolor

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Puta madre, puta madre.- Mordía mis uñas mientras daba vueltas por toda la sala.

Ya son seis horas desde que Roberto fué a comprar la despensa.

¡MIERDA!.- Aventé mi celular a una pared, no me a contestado ninguna de las más de cien llamadas que le hice.

Y que pendejo estoy, ¿Con qué otro celular voy a llamar a Nadir?.

Comencé a llorar, aún más fuerte, espero se haya distraído con algo, por favor.

No quiero que le pase nada.

Recordé el teléfono de la casa, algo anticuado lo sé, pero es muy conveniente de vez en cuando.

Lo tomé y, temblando, marqué el número de Nadir.

Nadir
¿Diego?, ¿Qué pasó?

Diego
Es... Roberto, no se dónde está, hace seis horas no lo veo y no me contesta los mensajes, ayúdame.

Nadir
Bien, bien, voy para allá.

Mis sollozos no cesaban, por más que intentara respirar o calmarme, nada funcionaba.

Todo era inútil, necesito saber que Roberto esta bien.



[•••]


¿Seis horas dices?.- Dijo Nadir entrando a mi casa, viendo a los alrededores.

Si... No responde mis llamadas.- Señalé mi teléfono destruido.

Mierda... ¿A dónde fué?.- El viejo me vio preocupado.

A la ciudad, a comprar la despensa.- Le respondí, limpiando mis lágrimas.

Vamos para allá pendejo.- Nadir me jaló de la blusa, para así subirnos al próximo bote rumbo a la ciudad.


[•••]

Buenas tardes señora, ¿Vino Roberto a comprar?.- Está era la última tienda, siempre compramos verdura aquí, la señora ya hasta nos conoce.

¡Ah!, Si, Robertito vino en la mañana ¿Pasó algo?.- Me dijo algo preocupada.

Am... No, muchas gracias.- Es mejor no alarmarla, puede que hasta le de un infarto.

Salimos de la tienda.

Caminemos por aquí.- Dijo señalando el lado izquierdo de la calle.

Había personas caminando apresuradas, callejones por aquí y por allá.

Mira esto...- Nadir señaló uno de los tantos callejones.

Había algo tirado entre las sombras... verduras, frutas y... harina...

Ahí lo entendí todo.

Corrí hasta la bolsa, para verificar que era la misma que usa Roberto.

Así es, la tierna bolsa que le tejió Abril estaba tirada en el piso, sucia, como si fuera basura.

El último suspiro ; RobarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora