Capítulo 27

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Capítulo 27

Después de una larga tarde en la que Orihime no había dejado de llorar por lo sucedido ese día, cayó completamente rendida ante el sueño y el cansancio, el pelinegro no se separó de ella en ningún instante, tratando de consolarla, y no era para menos, el imbécil que alguna vez se hizo llamar su esposo, la trato peor que un perro delante de ellos.

Aun no comprendía del todo que paso con aquel joven audaz y valiente con el que se enfrentó en Hueco Mundo, que a pesar de todo durante ese tiempo observo que sentía algo más que amistad por la pelinegra, aun sin conocer completamente el término del amor, pero intuía que ese sentimiento que el chico albergaba, era mucho más fuerte que por lo que sentía por Orihime, pero aun así no dejaba de desconcertarle ese hecho; luego de ver que estaba completamente dormida la pelinaranja, la dejo descansar y salió hacia casa de Nell, ya que ella estaba cuidando justo en ese momento a Kazui, todo a petición de Grimmjow quien termino contándole lo que paso esa mañana.

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—¿Y cómo se encuentra ella? — pregunto angustiada la peliverde.

—Por ahora esta descansando, aunque fue un día agotador y estresante para ella- la miro fijamente.

—Pobre... no merece que la trate así... - lo miro con un gesto de dolor y enojo—quiero pensar que esto es una pesadilla y que esto no es como esta pasando, quiero a Ichigo y a Kuchiki, pero la forma en la que han actuado no me parece nada leal y mucho menos que su amor se base en las lágrimas de alguien más- la mujer frente a él se sentía impotente, quería golpear a Ichigo con sus propias manos por lastimar de una forma tan cruel a su amiga, pero a la vez se sentía muy triste porque quería comprenderlo y tal vez solo talvez esto no era mas que un horrible mal entendido.

—No puedo pensar lo mismo que tú, pero creo, así como lo haces, que hay algo más está pasando, es demasiado el odio que percibo por parte de él, y dudo que la mujer sea capaz de hacer algo tan mezquino como para infundir ese pensamiento en ese idiota-

—Yo me estoy formulando la misma idea...- miro hacia el sofá donde estaba dormido el pequeño ojimarron—pero no veo la forma de averiguarlo... a menos... -

—¿A menos que? -pregunto intrigado.

—No nada, tu descuida que averiguare de alguna forma una pista de todo esto-

—Nelliel...-

—Te dije que no preguntes yo me ocupo, ya estuvo bueno que me traten mal a mi mejor amiga y que mi sobrino se vea envuelto en esta guerra sin tregua...-

—No preguntare más, y Grimmjow no ha regre...-

—Maldito idiota!!!! ¡¡¡¡Como diablos llega de la nada y hace un maldito escándalo y luego me toca trabajar como animal para evitar las habladurías de la gente!!!! ¡¡¡¡Me lleva con un demonio!!!!- el peliazul llego exasperado lanzando su chaqueta y quitándose la corbata furiosamente a pesar la llevaba a medias...

—Shhh!!!! Grimm cállate que Kazui está durmiendo- lo miro de mala manera a su novio.

—Y para colmo por su crio no puedo gritar en mi propia casa!!!- susurro alto mirando molesto hacia el techo. Era una escena graciosa si se lo preguntaban, se despeino para sacarse la frustración hasta calmarse.

Ambos Ulquiorra y Nell que lo observaban no podrían evitar pensar que Grimmjow estaba loco, pero a la vez preocupado bajo esa coraza dura, porque si, el apreciaba mucho a la mujer y al pequeño cachorro de ella y le irritaba todas las desgracias que le pasaban a ella.

DOLOR Y CONFESIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora