Capitulo 22

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—Ichigo cálmate-

—Que me calme?!- le miro asombrado —como diablos quieres que me calme?!-

—Se que estas muy molesto, pero tampoco puedes actuar con ese arranque...-

—¡¡¿Es que me parece una completa estupidez!!, como se atreve?!!-

—Pero Ichigo, cualquiera en su lugar también lo hubiese hecho... mírame a mí, ¡¡lo mismo hubiese hecho!!-

—Tu caso es diferente!!-

—Como diferentes?... ¡¿Eso piensas?! Para mí es lo mismo-le dijo mientras comenzaba a fruncir el ceño.

—Claro que sí!, ¡tú tienes mi completo apoyo! ¡¿Pero y ella?! ¡Como es eso que el maldito de su amante está contrademandando mi demanda de custodia completa! ¡¡¡Es una locura!!! Esta loco el maldito si piensa que lo dejare que haga de las suyas con ¡mi hijo! - le hablo furioso.

—En primera no me grites que no estoy sorda! Y en segundo, es Orihime de quien hablamos, ¡la madre de tu hijo! ¡No es cualquier persona y si Ulquiorra piensa que con eso puede ganar la custodia de Kazui para que no se lo arrebates a ella, créeme que hará hasta lo imposible!... tú lo sabes!, ¡maldición siempre te diste cuenta de lo que sentía por ella! -

—Que no me lo recuerdes! ¡Y una mierda! Como va a ser eso amor, si la secuestro para llevársela a Hueco Mundo y luego la hizo sufrir, ¡por dios! ¡Me mato dos veces! ¡¿Acaso eso le va a demostrar su amor a ella?!-

—No lo sé!, recuerda que era un Espada, que esperabas, ¿Qué llegara con rosas para demostrárselo? –

—Pues no sé, ni me interesa... pero es que estoy furioso Rukia... mi hijo debe venir conmigo, no con ese tipo... que le va a enseñar un estúpido Espada, ¿dime? ¿que educación va a darle? -

—Te repito que no lo sé, pero... por el cariño que alguna vez le tuviste... porque no dejas que ella se quede con Kazui, y que el nos visite... ya tenemos a Ichika... además...-

—No!, ¡peleare hasta el final y viviremos los cinco juntos!, eso te lo aseguro- la miro con determinación.

La pelinegra solo pudo suspirar resignada para ya no seguir la discusión, toda la tarde Ichigo había tenido un humor de los mil demonios, pero ella no podía seguir con eso, no ahora en el estado en que se encontraba, pues debía cuidar muy bien de ella y de...—bien, solo no te excedas, ven vamos a descansar, mañana es un día largo, y tenemos cita con el doctor, lo recuerdas-

—tienes razón, vamos- la tomo en sus brazos y la llevo hasta la recamara.

Una vez en su habitación, la recostó delicadamente sobre la mullida cama, mientras le daba dulces besos en sus mejillas y sus labios, bajo un poco hasta llegar al vientre de la pelinegra —Y tú... no molestes mucho a tu madre, sabes que debes cuidarla, así como yo lo hago, no sabes cuanto espero ver tu rostro...hijo, ya aquí queremos conocerte... Kaien-

—Ichigo, si sabes que aun no puede escucharte ¿verdad? Solo tengo tres meses- sonrió enternecida al ver el actuar de su amado.

—No importa, ellos ya perciben cuando alguien ya les siente amor, y nosotros amamos a nuestro pequeño antes de que este con nosotros- acaricio el vientre de Rukia

—Y tú como sabes que será niño? -

—No lo sé, es una corazonada- ambos rieron y se sumergieron en su burbuja de amor, idealizando su futuro de ahora en adelante, después de enterarse que serían padres por segunda vez y al mismo tiempo la primera pues porque esta vez sería de ambos, de ellos y con todo el amor esperaban la llegada de su retoño que les alegraba cada día impacientes la dulce espera.

DOLOR Y CONFESIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora