DOLOR Y CONFESIÓN.

Capítulo 11.

—Muy bien, la asistente llegara en un momento, la presentarás como parte del staff y... - explicaba el peliceleste.

—Creí haberte mencionado, que tú te ocuparías de eso... trataré con ella solo asuntos primordiales... Así que no perderé mi tiempo con una tontería como esa-

—Que?! ¡¡¡Oye!!! Me dijiste que me ocupara de la elección... ¡No que no ibas a tratar con ella en ningún momento! - le grito a modo de queja.

—No grites, ¿que acaso estas perdido?... -

—Como?!...-

—Basta, dije que solo asuntos primordiales, la veré a las 3 después de la reunión que tenemos con el gerente... Hubo un reclamo y necesitamos solventar cuanto antes-

—¿Eres un idiota, lo sabías? -

—No me interesa, ni me preocupa tu opinión, ve con el resto, preséntala y pónganse a trabajar... Necesito resultados en una semana y cuenta desde ahora- hablo el pelinegro sin total interés en el tema, mientras seguía tecleando en su computador, sin mirar al ojiazul.

—Tsk! Ok, te la enviare a las tres; tenemos mucho que hacer, así que a partir de pasado mañana le pediré si puede quedarse un poco más... Si quieres a tiempo tu reporte, necesitaremos recopilar varios datos y trabajar en eso- hablo con gran indiferencia su amigo y compañero de trabajo.

—Está bien, vete y la envías por la tarde, recuerda, tiene que ser puntual, odio el retraso-

—Si, lo que tu digas- y con eso salió de la oficina de su jefe.

Mientras Grimmjow salía con dirección hacia la oficina de personal, no podría esperar hasta la hora de la tarde para darle la tan grata sorpresa de quien será su asistente.

-Ja!, estoy seguro de que cuando lo sepas, no guardaras más indiferencia para tu asistente- sonrió socarronamente...

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Orihime estaba que moría de los nervios, era su primer trabajo en años... Y a decir verdad... Tenía miedo de no cumplir las expectativas de su amigo...

—Hey! ¡Ven conmigo, te presentare con nuestro equipo y nos pondremos a trabajar de inmediato! - entro alzando la voz el peliceleste al área de recursos humanos.

Orihime, estaba sentada frente al escritorio de la recepcionista del departamento, una chica de cabellos castaños y ojos marrones, ambas pegaron un pequeño brinco al escuchar el tono de voz usado de quien acababa de entrar.

—Ing. Jaegerjaquez, por favor no haga eso, nos ha pegado un susto muy incómodo- le reclamo la joven, quien le miraba con el ceño fruncido.

—Grimm...jow? - pregunto sorprendida Orihime ya que, al verlo así, no podía creer que pudiera verse irreconocible, sus cabellos siempre se encontraban peinados hacia atrás, ahora por alguna razón ahora estaban un poco sueltos hacia el frente, ni que decir de sus lentes... un momento... ¿desde cuándo usaba lentes Grimmjow?