Cap. 2

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Cap. 2

El hombre no quiso decirle mucho de él y Mando respetó eso. No necesitaba preguntarle para saber que había llevado revuelo a muchos planetas y seguramente se había hecho de tantos aliados como enemigos haciéndolo. Era extraño que, aún sin ser parte del Gremio, fuera cazador y presa, y no por venderse al mejor postor, sino por seguir la causa más cercana a aquello en lo que creía.

Era una postura poco convencional, pero a Mando le parecía entenderla, sobre todo cuando veía el par de enormes ojos negros del niño parpadeando hacia él.

* * *

Fue de vuelta en Nevarro que se dio cuenta de que necesitaba a alguien justo como él para acabar con la última base Imperial que se mantenía de pie clandestinamente en el planeta.

Cara y Greef habían conseguido inteligencia que indicaba que lo que había allí era un laboratorio, pero no tenían forma de saber qué tipo de laboratorio era, qué experimentos se llevaban a cabo, o a qué peligros podían estar expuestos ellos y el resto de los habitantes de Nevarro.

Por eso, cuando le preguntaron si conocía a alguien que pudiera tener más idea que ellos de todo eso, Mando saltó de vuelta a su nave y se dirigió directo a Mádira.

Encontró a Mósdov haciendo parte de una expedición que investigaba la presencia de células del pueblo lanthariano en el planeta, que al parecer intentaban explotar ilegalmente los recursos del lugar.

- Ayúdame a terminar acá – le dijo el médico cuando Mando le explicó lo que necesitaba. – E iré contigo.

Lo hizo. Identificaron y destruyeron las unidades de exploración ilegales y en cuestión de unas horas estaban observando a los lantharianos huyendo en sus naves mientras su maquinaria se hundía en el fango, o era reclamada por locales que le darían un mejor uso.

Los ojos del médico brillaban de satisfacción mientras veía este panorama desde el Razor Crest. Tenía ojos azul medianoche y cabello rubio oscuro. ... ¿Dónde lo había visto Mando antes?

- ¿Qué te hizo la casta Lánthar? – le preguntó sin poder contenerse, mientras ascendían hacia la estratósfera.

El hombre suspiró e hizo un gesto de circunstancias.

- Robar, saquear, engañar, despojar y otras cosas bastante sucias. Cuando encuentran vía libre, se portan como malditos psicópatas. Deben ser detenidos siempre que haya la oportunidad.

* * *

De vuelta en Nevarro, se abrieron paso hasta el interior del laboratorio Imperial para encontrar que el doctor Pershing estaba liderando una investigación sobre las posibilidades del conteo mitocondrial en la sangre del niño. Lo más escalofriante era que estaba intentando replicar sus capacidades sobre otras especies clonadas por completo in vitro.

- Esto viola todas y cada una de las normas de bioética imaginables – dijo el médico, revisando los datos que arrojaban las consolas del lugar. – Pero claro, es el Imperio.

- He escuchado sobre esas "capacidades" – dijo Greef, volviéndose a Mando. – ¿Recuerdas? Una serie de poderes como los que tiene el pequeño. La gente así puede mover cosas con la mente.

- No existe ningún tipo de investigación formal sobre eso - dijo Mósdov, revisando la información en las terminales conectadas al contenedor de conservación de cada espécimen clonado. – Incluso en mis círculos solo he oído de ellas como historias. Pero esto... - observó los hologramas y columnas de datos - ... esto parece probar lo contrario. El doctor Pershing parece ser un innovador. Y eso en manos del Imperio son malas noticias.

De improbabilidades y órbitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora