Capítulo 19

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Como lo expresó Boba Fett cuando revisaron toda la información con la que contaban, tenían el "dónde" pero necesitaban el "cómo", que era, a fin de cuentas, el rescate en sí mismo. Después de todo, las coordenadas no decían nada sobre el Crucero en sí, su seguridad, su personal, su potencia de fuego, los puntos ciegos que podrían aprovechar ni, lo más importante, en dónde encontrar al pequeño Grogu y a Moff Gideon.

- Necesitamos más efectivos – dijo el mercenario simplemente mientras planeaban su estrategia en el pequeño puente de mando del Esclavo 1. – Puede que sea una operación encubierta en principio, pero no va a ser una operación sigilosa.

Din miró a cada uno de los que estaban allí.

- ¿Y tu brazo? – dijo a Larr. Él le hizo un gesto tranquilizante y Din asintió. Eran Theo, Cara, Fett, Shand y él, contra un completo cuerpo de seguridad Imperial de alto perfil. Estaban menos que precisos. – Bien. ¿Algún candidato?

-¿Qué cuente con las armas y la habilidad suficiente para ayudarnos a hacer contrapeso? – Cara estaba cruzada de brazos. – Quizá gente del Gremio. De la costosa.

- ¿Gente que se puede comprar con créditos? – dudó Larr. – No es nuestra mejor opción. Será cuestión de un descuido para que los Imperiales se vuelvan mejores postores. - Notó la mirada de Shand. – Sin ofender –. La mujer miró al techo.

La ex Rebelde levantó la mirada entonces.

- ¿Qué tal tus amigos en Lantharia? –dijo. – Debes conocer a un tipo o dos que den la talla para esto.

Él suspiró, dudando notablemente.

- Ay, Cara...

- ¿Qué? ¿No lo amerita? ¿O quizá no tienen lo que necesitamos?

- Claro que tienen lo que necesitamos – dijo un poco a la defensiva. Pensó por un momento, gruñendo. – No es una mala idea...

- Un par de infiltrados, quizá. O alguien con artillería pesada que pueda causar una distracción.

El médico apretó los labios, dándose por vencido.

- Van a matarme en casa. Muy bien, haré la conexión -. Se volvió a Fett. - ¿Tienes un transreceptor que pueda usar?

El mercenario le indicó en dónde encontrarlo. Luego de que el médico saliera del puente de mando, se volvió a los demás:

- No sé por qué confían en los lantharianos así. En mi experiencia, sus motivaciones no han sido nunca las más mejores.

- ... No son tan malos – dijo Din. – Larr cuenta con la... lealtad de algunos de ellos. Y tiene un buen ojo para juzgar a la gente.

- Y tú confías en su criterio - supuso Fett. El otro hombre asintió y el mercenario suspiró. – Otros mandalorianos serían una mucho mejor opción. Estarían felices de causarle problemas al Imperio, en especial si saben que es para recuperar a un Niño Expósito.

Din lo miró fijamente.

- Fett, eres un genio.

* * *

Por sincronización de muchas variables, incluyendo la buena suerte, Larr pudo hacer mucho más que solicitar efectivos a Lantharia.

Semanas atrás, en cuanto había podido, había asignado un pequeño grupo de inteligencia para que investigara a los principales actores del proyecto Imperial que involucraba al pequeño Grogu y los planes que Moff Gideon tuviera con él. La tarea había sido clara y sencilla: encontrar todos los datos posibles (sobre personal, ubicaciones, equipos, itinerarios, comunicaciones, etc) y usarlos para encontrar aún más. Cualquier fragmento de información que pudieran adicionar, por pequeño que fuera, sumaba a la comprensión del riesgo al que se enfrentaban. Y justo en el momento más oportuno, su solicitud tuvo frutos.

De improbabilidades y órbitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora