Oneѕнoтѕ Dιaвolιĸ Loverѕ

Perrita cantante

Omnisciente (POV)

Quienquiera que pasase por los pasillos del tercer piso de la preparatoria Ryoutei saldría corriendo abochornado debido a los continuos gemidos y chapoteos que provenían de los baños femeninos. Se trataba de (Tn) y Laito, ambos ocultos en uno de los currículum medio-desnudos rozando sus pieles a toda prisa. (Tn) no paraba de dar pequeños saltones sobre la pelvis del castaño pelirrojo, aferrándose a sus hombros de forma desesperante y besando sus labios con euforia. Ya era su segunda ronda, pues la primera fue en el lavamanos, pero ambos aún tenían mucha energía y cero ganas de detenerse.

(...)

-Estabas realmente ansiosa, Bitch-chan. -le comentaba Laito mientras se subía los pantalones y se colocaba su carácterística prenda: su sombrero.

-Yo no me arriesgaría a dejarte ese mensaje en tu mesa si fuese sólo un juego. Deberías saberlo. -Le responde mientras se peina de nuevo, arreglando su uniforme y haciendo el lazo delante del .

-Lo sé. Y también soy consiente de que mi perrita sabe divertirme bastante bien. -le susurra al oído, abrazando sus caderas por detrás para luego mirarla a través del espejo reposando su mentón en su hombro.- Deberíamos repetirlo más a menudo, (Tn). Me estás haciendo un hábito.

-Laito, ya lo sabes. -Acaricia su nuca sin separarlo de ella.- Estoy totalmente segura de que a tus "amiguitas" de tercero no les hará gracia saber que te acuestas con una simplona como yo.

-Y yo te he dicho que estoy intentando apartarme de ellas. Sólo me buscan por sexo y ,a pesar de que no me molesta, quiero ese tacto que tú me das luego de todo. -le deja un pequeño beso en la mejilla.- Quiero saborear lo que tú llamas cariño.

A (Tn) le era muy difícil decirle que no a su amante. Los ojitos que le hace, más la forma que le endulzaba el oído embriagaba su sensatez. Era consiente que no podía ser fácil con alguien como Laito debido a su expediente, aunque tal vez fue eso lo que la sedujo en un primer plano.

☆⌒★Flashback☆⌒★

(Tn) POV

Pasados seis meses desde que comencé mi trabajo a medio tiempo en un bar para poder pagar al universidad a la que pensaba ir me sentía bastante conforme. Dylan, su jefe, me trataba muy bien e incluso me doblaba el sueldo cuando hacía horas extras, pues había estado en mis zapatos y no quería que pasase el trabajo que él tuvo. En el mismo lugar había un pequeño escenario, el cual desvió mi total atención los primeros días.

-¿El escenario? Antes solía tener unos socios que hacían pequeños shows de entretenimiento y nos repartíamos las ganancias. Pero serían tres años desde ello. ¿Por qué la duda?

-No, nada. Sólo me daba curiosidad.

-Si algún día quieres usarlo solo avísame.

Estaba bastante inclinada a decírselo durante bastante tiempo, pero mi pánico escénico me lo impedía, aparte que quienes frecuentaban el lugar eran chicos de tercero de su misma escuela y moriría de vergüenza si me miraban cantando o bailando.
Todas mis dudas se dispersaron un viernes en la noche. Ya había finalizado mi horario de trabajo e iba a avisárselo a Dylan, pero en vez de encontrármelo en la barra junto a otro dependiente lo vi a lo lejos en una mesa apartada con un chico que ya estaba acostumbrada a verlo en la escuela: el pervertido de segundo año, Laito Sakamaki.

-¡Oh, (Tn), ven aquí! -me llamó para presentarme- Mira, ella es (Tn), una de mis empleadas a medio tiempo. Es muy buena chica. -Volteó a mí- Él es Laito. Lo conocí hace muchos años y es un gran amigo de confianza. Asegúrate de llevarte bien con él.

-¡Hola, (Tn)! Es un gusto conocerte. -me extendió la mano con una sonrisa, a la cual respondí gratamente.- Espera, yo te he visto en algún lado.

-Soy de segundo año en la preparatoria Ryoutei. "La muñeca rubia".