Príncipe rebelde© ✓ [Secuela]

Capítulo 42: ¿Quieren saber quién es?

Garrett y sus hombres fueron contra ellos.

Para él Aris era una amenaza, ya que al ser vencido demostraba que era un nivel ocho, y eso no era nada común. No lo conocía y nunca había oído de él.

"No sé quién es, pero debo acabar con él antes de que sea demasiado tarde"

Aris obviamente no usaría magia, nadie debía saberlo, pero no le hacía falta. Con sólo sus puños podía lidiar con esa situación...

Y así fue.

Pelearon contra todos a puño y espada, con rapidez y eficacia. Pero claro, sin matar a nadie.

"Es mejor que no mates, si se puede evitar será mucho mejor así"

Fue lo que Ethan le dijo en repetidas ocasiones, una de las enseñanzas que trataba de transmitirle, junto con el valor por la vida y la amabilidad. Le preocupaba su comportamiento frívolo hacia los humanos y el odio, que parecía ser cada vez menos.

Además, estaban de paseo, y entre menos sangre hubiera mejor.

—¿Nos vamos? —preguntó Aris con suavidad al guardar su espada en su vaina.

—Claro—se limpió las manos con un pañuelo y tomó su mano.

Dejaron atrás la alfombra de cuerpos tendidos, inconsciente y heridos, pero no muertos.

Y así pasó el tiempo, paseando por la zona baja y media, comiendo, mirando, y haciendo una que otra cosa un tanto violenta. Siguiendo con las apuestas y retando a los demás, incluso tuvieron que cambiarse el rostro algunas veces con la magia de Aris.

No lo habían hecho antes ya que ninguno quería ver a un completo extraño, querían apreciar el rostro de su ser amado...

Y luego de algunos días vagando por ahí viviendo situaciones intensas decidieron retomar su camino y dirigirse a la zona alta, donde sólo había negocios destinados a la clase alta, los nobles.

Las casas eran más elegantes y hermosas, las calles más limpias y las personas con ropas más finas.

Aunque también se miraban algunos de clase media o baja.

Siendo los que "servían" a los demás.

Vivían en una zona destinada alejada de la verdadera zona alta, pero que aún estaba dentro del territorio de la nobleza.

Un ejemplo de ello era Verónica y Lewis, quienes trabajan en la zona alta, pero que vivía en un lugar pobre y lejos de todo lo "lujoso". Nadie iba a ese lugar a menos que vivieran ahí, las condiciones eran un poco deplorables, pero la paga merecía la pena.

—Aunque es más bonito visualmente es más aburrido—se quejó Aris mirando todo con desdén.

—Sí, concuerdo, demasiado ostentoso.