Capítulo 59: ¡Todos morirán!

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Los tres se sentían desesperados por diferentes razones.

Ethan corrió a toda velocidad y se enfrentó al primer guardia que vio. Él no había desenfundado su espada por temor a herir al príncipe. Así que Ethan aprovechó esto (tomando en cuenta que era más fuerte que el guardia), tomó la empuñadura y se la quitó.

—¡Tristan! —exclamó Ethan y le arrojó la espada.

Quién la tomó al caer al suelo y se preparó.

En menos de cinco segundos tenían un gran grupo de hombres yendo hacia ellos. Tristan se concentró y se preparó para evadir sus ataques.
Espadas, lanzas, escudos...las armas iban contra él con intenciones asesinas.

Ethan consiguió otra espada y corrió frente a ellos, para que el impacto fuera menor.

—Ellos no pueden matarme, úsenme de escudo—exclamó Ethan, bloqueando espadas y derribando guardias. Pero no importaba cuánto lo hiciera, más guardias seguían apareciendo. Su nivel era muy alto, pero frente a todas estas personas y el tener a dos vidas que proteger...lo ponía muy nervioso.
Si estuviera solo podría hacerles frente con facilidad, pero no lo estaba...

—Debemos salir de aquí—dijo Tristan preocupado. El apenas era un nivel cuatro, todos ellos no eran rivales para él. Si seguía ahí terminaría muerto.

Justo cuando habló un guardia pasó su defensa, y le asestó un fuerte golpe en el pecho, haciéndolo caer lejos de ellos.

Eran demasiados y Ethan no podía protegerlos a ambos.

—¡Tristan! —exclamó Ethan y se giró, listo para ayudarlo. Los guardias lo rodearon y lo amenazaron con sus armas.

—Corran, olvídense de mí, estaré bien—logró gritar apenas, cuando llegó un guardia con una gran cadena negra. La arrojó contra Tristan y lo aprisionó en un segundo mientras esta se enrollaba en su cuerpo.

Ethan suspiró aliviado al ver que no lo mataron, pero eso duró poco al ver como uno de ellos le dio una patada en el rostro, dejándolo tirado e inconsciente.

No podía dejarlo atrás, el rey definitivamente iba a torturarlo. Pero sus pensamientos se congelaron al sentir que alguien se acostaba sobre su espalda.

Aris se apoyó contra su espalda mientras seguía defendiéndose, se miraba cansado y tenso. Tener que aguantar su transformación era demasiado exhausta.

—Aris—llamó preocupado y miró a los guardias venir hacia él.

Y en ese momento hizo algo que nunca hubiera querido hacer.

Matar alguien.

En el mar se enfrentó a muchos piratas, pero sólo mató personas un par de veces, la mayoría de muertes fueron causadas por Khilsha, quién los llevaba a las profundidades y los ahogaba.

Ethan no disfrutaba matar personas, era de las cosas que menos querría hacer.

Pero por el bien de su ser amado, tendría que hacerlo.

Ocho guardias venían por él, así que... levantó su espada, y con todas sus fuerzas la batió de costado, partiendo a cada uno de ellos por la mitad. La onda de aire producida por la espada no se detuvo, y siguió avanzando, destrozando a varios más hasta que chocó contra una columna, y la derribó.

Todos se quedaron en un shock momentáneo, y dudaron unos segundos.

Tiempo suficiente para que Ethan tomara a Aris en sus brazos y saliera corriendo.

—¿Qué esperan imbéciles? ¡Usen las cadenas negras! —gritó el rey furioso al ver cómo Ethan se escapaba por el amplio pasillo.

De inmediato aparecieron más de diez guardias, con gruesas cadenas negras.

Príncipe rebelde© ✓ [Secuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora