Capítulo 57: El escape

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El reloj marcaba las diez y veinte de la noche, la fiesta estaba en su apogeo, y la música sonaba con encanto.

Pero dentro de poco, Aris y Ethan se irían del castillo para siempre.

Tristan se comunicó con sus aliados, y le informaron que dentro de veinticinco minutos estaría lista la ruta de escape, y todo lo requerido.

Los guardias reales merodeaban y vigilaban cada esquina del castillo, así que había que ser precavidos. Por suerte Tristan tenía personas de confianza en muchas áreas. En especial en la servidumbre y la guardia.

Y luego de todos esos arreglos fue a buscar a Lowis.

—¿Lo pensaste bien? —dijo Lowis al verlo acercarse a él.

Lowis estaba recostado contra una pared, solo, mientras bebía de su copa.

—Si—se detuvo delante de él y lo miró a los ojos—Me preocuparé por mí mismo, y te mantendré a salvo.

Lowis lo observó seriamente, y topó el borde de la copa en sus labios.

—Donde quieras que yo vaya, ahí estarás tú, ¿me oíste? No me moveré a menos que vayas conmigo.

—Me la pones difícil Lowis—dijo suspirando.

—Lo que pido no es tan difícil—dijo con una ceja levantada.

—Tengo un plan, por favor, confía en mí—tomó su mano y habló con una expresión suave—También eres la persona más importante para mí en toda la existencia. No soportaría vivir en un mundo sin ti. Deseo vivir en un mundo donde estés a mi lado, quiero vivir.

Lowis suavizó su mirada, y su corazón se ablandó con sus dulces palabras. Sus ojos picaron y su nariz ardió.

—Más te vale que todo sea cierto—dijo con una mirada melancólica—Está bien, haré lo que me pidas, ayudaré en lo que sea necesario para que todo salga bien. Y si mi existencia representa un obstáculo, me iré.

Lowis estuvo pensando en la situación de Tristan, y la tristeza y la ira lo atormentaban con intensidad.

Tenía tantas cosas que quería hacer y decir, pero se contuvo, y se mantuvo sereno.

—... Gracias—dijo Tristan y no pudo evitar darle un abrazo.

Lowis apartó su copa a tiempo y lo abrazó de regreso.

—Tristan...—tenía un nudo en la garganta y su voz tembló un poco—¿Estás bien? Yo...

—Estoy bien, no te preocupes—consoló en voz baja—No fue tan horrible como se oye.

—... Mentiroso—Lowis entendía porque no le había dicho nada, no es algo agradable de decir. Sabía que él se sentiría triste—Y lo siento por lo de hace rato, fui demasiado rudo y firme contigo, no debí...

—Descuida, a veces necesito que seas así conmigo, sé que lo haces por mí bien.

Lowis guardó silencio, y sintió el cuerpo de Tristan contra el suyo. Sentía los latidos de su corazón. Y pensó en todas las cosas malas por las que pudo haber pasado.

—Luego de todo esto vamos a comer una gran tarta de fresas, y un té de limón—dijo Lowis en voz baja.

—Mm...

Tristan cerró los ojos, y suspiró en su interior.

"...No quiero morir"

Pensó con un nudo en su garganta, y volvió a sentir un mal presentimiento.

"Sólo quiero ser feliz..."

"

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Príncipe rebelde© ✓ [Secuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora