Capítulo 45: "¡Que mier...!"

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Sólo había pasado un día y medio desde que fueron al teatro, pero ya estaban aburridos de estar ahí. Así que decidieron ir a la capital y participar del festejo.

Al parecer el rey o la reina hacían un pequeño recorrido por la capital, y al azar seleccionaba a veinte personas para que pusieran visitar el castillo durante medio día. Disfrutarían de un pequeño banquete y harían un recorrido por todo el lugar.

Todos estaban emocionados por ser escogidos, ya que los que habían tenido el privilegio decían que era una experiencia inolvidable.

La capital estaba abarrotada, y gente de toda clase paseaba llena de euforia. Aris y Ethan iban de manera casual y nada llamativa, con la ropa más común y cómoda que pudieron encontrar, suficiente tenían en llamar la atención con sólo sus rostros, menos querían hacerlo con la ropa, además, ¿que importaba como fueran? eso era lo de menos.

Pero debido a su exceso de equipaje tuvieron que dejar todo en un hotel de la capital, qué, aunque era el más barato seguía siendo caro. Y por ese mismo hecho, y porque ya no podía correr por los tejados o callejos el viaje se volvió más lento, ir a carruaje era tedioso, aunque eran conducidos por bestias mágicas seguía siendo menos rápido, y también costoso.

Aun les quedaba dinero, pero querían pasar más tiempo en el continente, así que tendrían que ahorrar un poco más, era menor vender toda la ropa y cosas innecesarias, quedándose sólo con lo esencial.

Los puestos de venta y las amplias calles de piedra blanca, el bullicio y el clima cálido...era un hermoso día para tener una cita en esta especie de "festejo".

—No importa si no entramos al castillo—dijo Aris, abrazando el brazo de Ethan mientras caminaba con una sonrisa—sabes que no son la gran cosa.

—Lo sé—contestó también sonriente. Sabía lo familiarizado que Aris estaba con los "Castillos reales" él incluido.

—Pero si en verdad quieres entrar puedo hacerte uno.

—¿Enserio? —exclamó sorprendido y lo miró a los ojos.

—Si—y llenó de orgullo elevó más el rostro—hecho complemento de hielo, será pan comido.

—Sería hermoso... entonces está bien, haz uno para mí—respondió con fascinación.

—Te haré muchos—meció el brazo de Ethan mientras decía—te haré uno debajo del barco, y dónde sea, infinidad de ellos en el fondo del mar. Estoy trabajando en una poción que te hará respirar bajo el agua, pero claro, dentro de los castillos habrá aire. También dos, cada uno en lo más profundo de ambos bosques, el "de las bestias" y el "muerto".

—Lo espero con ansias—y unió sus cabezas con cariño—yo no puedo hacer magia ni castillos de hielo, pero podría robar todos los barcos piratas del océano por ti.

—¿Robarías todo eso por mí? —interrogó con una sonrisa adorable.

—Sí, incluso el castillo—Ethan lo señaló y continuó—todo lo que quieras te lo daré.

—Ah...que lindo—se detuvo, y se colgó de su cuello con ambas manos—y si te pidiera el mundo ¿lo conquistarías por mí?

—Claro—rio con diversión y añadió—pero creo que eso puedes hacerlo tú solo sin mi ayuda.

Sonrió un poco avergonzado, le dio un beso y lo observó con picardía.

—Pero sería más interesante si lo hicieras por mí.

—No, porque así tú serías mi rey...

Ethan tomó su mejilla con suavidad, y lo miró a los ojos, tan absorto en ellos que sentía que podía quedarse ahí para toda la vida.

Príncipe rebelde© ✓ [Secuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora