Que nadie se entere. {Bakugō x Lectora} (+18)

🔥4🌺

✨𝐒𝐈𝐆𝐈𝐋𝐎✨

4 a.m
Aún no podías conciliar el sueño de tan extraños sentimientos que estaban invadiendo tu mente, corazón y estómago.
Era como volar sobre muchas nubes sin dirección alguna, no encontrabas respuesta ante los sucesos; apesar de que estuvieron llenos de magia, amor y mucha felicidad, la misma incógnita continuaba invadiendo tu mente.

(¿Amor?) ── Tus mejillas se llenaron de un rojo muy bello, al instante de dejar tu rostro caliente y pasar tu diestra por tus mejillas cubriendo tu boca, presionaste ligeramente para acallar los posibles sonidos que podías emitir ante la sorpresa, tus ojos se abrieron enormemente sin poder creer lo que estabas pensando, lo cual también consideras completamente ridículo.

El sonido de la tranquila noche, su silencio y su paz se vieron interrumpidas cuando alguien llamo a la puerta con delicados toques sobre ella. *Toc toc toc*

Te sentaste en la lateral de tu cadera ligeramente mirando hacia la puerta mientras te sosteniás de un brazo el peso de tu cuerpo para dar entrada al visitante.
Al abrir lentamente la puerta observaste una silueta masculina destacar entre la luz del pasillo a sus espaldas y verlo entrar lentamente con una respiración relajada dejando la puerta cerrada detrás de él.
Tu rostro reflejaba asombro al mirar a tu hermano entrar y liberaste un pequeño suspiro de alivio/asombro al sentir como se acercaba.

No puedo dormir T/N ── Expreso el rubio con una voz ronca pero suave. ── Veo que estás igual.

Guardaste silencio y agradeces internamente que la oscuridad de la habitación no dejaban al descubierto tus rosadas mejillas por los pensamientos tan inocentes que habías tenido minutos atrás.

Tsk... ── Bakugou chasqueo la lengua e hizo a un lado la cobija como si no le importara tu presencia logrando sentarse solamente. ── Hazte a un lado me estorbas.

A-Ah si ── Te deslizaste entre las sábanas y la cobija al otro lado de la cama que estaba un poco fría debido al abandono de tu calor corporal.

La situación aún no la asimilas, era como si todo fuera un sueño lucido; asimismo te diste la vuelta dándole la espalda a Bakugou; está fue la invitación perfecta para que se diera la vuelta sobre su espalda delizando su mano en tu cintura mientras la otra la acomodaba debajo de la almohada.

¿Recuerdas cuando solíamos dormir así de pequeños? ── Las palabras salieron solas de tu boca como un pequeño susurro tierno y gentil, buscando una explicación lógica a la situación haciéndote sentir menos enferma de todos los pensamientos que estaban pasando por tu cabeza.

Bakugou inhaló el olor de tu cabello antes de soltar un enorme suspiro lleno de alivio y reconforte. Te jalo con su brazo de tu cintura provocando que tu cuerpo se acercara un poco más al suyo, dejando así tu espalda pegada a su pecho.
Aún quedaban rastros de su perfume apesar de que llevaba pijama y se había aseado hace unas horas; te embriagaba ese aroma tan único de su aroma como si de un narcótico se tratara.
Te sentías tan jodidamente bien, extrañabas esa sensación de protección y cuidado alrededor de tu cuerpo; la sensación tan bella del calor constante que producían sus cuerpos como si formarán un escudo a su alrededor que los hacía inseparables o indestructibles.

Si... Maldición... Ya lo extrañaba. ── El rubio carmesí torno lentamente su respiración más calmada y pacífica. ── Joder que realmente extrañaba tenerte entre mis brazos.

Las sensaciones que sentía Bakugou contigo lo hacían sentirse desarmado sin ser poco masculino.
Lo reconfortante que se sentía tener tu calor corporal cerca del suyo; la sensación al parecer una chica tan frágil le inflaba el ego al saber que no habría nadie en este jodido mundo que te protegería o cuidaría mejor que él; la aceptación al saber que tú le quieres sin importar su mal carácter o forma de ser; lo feliz que lo hacías sentir le llenaban el corazón a tope apunto de explotar de todo lo que deseaba y quería de ti.
Pero de eso él aún no se daba cuenta.