|Capitulo 4|

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Después que le serré la puerta al idiota de Zack en la cara, me metí al baño y me di una ducha, cuando termine me puse un short negro con un blusón que me quedaba bastante grande pero aun así me gustaba, luego con mi cabello no hice mucho solo me ...

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Después que le serré la puerta al idiota de Zack en la cara, me metí al baño y me di una ducha, cuando termine me puse un short negro con un blusón que me quedaba bastante grande pero aun así me gustaba, luego con mi cabello no hice mucho solo me hice un moño desordenado.

Cuando termine de vestirme baje a la cocina aver si mama necesitaba algo y la encontré tomándose un café sentada en la mesa, caminé hasta llegar a ella y me senté a su lado.

- Tu desayuno está en el microondas- dice sin mirarme.

- No tengo hambre, mamá- la verdad no tenía hambre, en las mañana cuando salgo a la escuela solo cojo una manzana y me marcho, antes solía ser de esas personas que cuando veían cualquier comida la devoraba pero ya no.

- Ana, ya hemos hablado de esto, sabes que tienes que desayunarte bien- me reprocha mientras me inspecciona con los ojos- y estás muy flaca así que no quiero discutir de nuevo este tema contigo.

- Bueno- digo parándome y dirigiéndome al microondas, saque un plato el cual estaba lleno de ensalada verde.

- ¿Con esto piensas que voy a engordar?- pregunté tomando un tenedor y sentándome nuevamente en la silla.

- Pues no engordaras pero es bastante saludable- la verdad no me quejo siempre me a gustado la ensalada verde, es uno de mis platos favoritos.

- Hija, necesito que me hagas un favor- dice parándose de la silla y dirigiéndose a la nevera.

Asentí aunque se que no me estaba mirando.

- Quiero que vallas al súper y compres unas cosas que hacen falta para la cena- ni siquiera me acordaba de la cena ni tampoco de Zack.

- ¿Donde está Zack?- pregunto llevándome el tenedor lleno de ensalada a la boca.

- Esta resolviendo algunos asuntos de su empresa antes de instalarse aquí por completo- una empresa wow, ¿tan joven? Ósea, no es que sepa su edad pero a parte de que vista elegante se nota que no es tan viejo.

- ¿Una empresa?- preguntó

- Si, su padre falleció  cuando el tenía 17 y tubo que hacerse cargo de ella ya que era el único hijo de Jonathan Brown- Ni me imagino lo duro que sería atender una empresa yo sola con tan solo 17 años.

- ¿Y como fallecido su padre?- pregunté con curiosidad, mamá estaba dispuesta a responder pero se detuvo al escuchar mi celular timbrar, estaba al lado de mi plato así que lo cogí, era Kelly, no dude en responderle.

- Hola- respondí poniendo el celular en mi oído.

- ¿Hola, Ana, ¿desde cuando no habíamos hablado?- pregunta desde la otra línea.

- Pues creo que desde dos semanas- dije un poco dramática.

- Sabes muy bien que solo pasó el fin de semana, ademas estuve un poco ocupada.

INMARCESIBLE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora