|Capitulo 25|

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- Hola- murmuro frente a la lápida- anoche me desperté a las 2:00 A

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- Hola- murmuro frente a la lápida- anoche me desperté a las 2:00 A.M, algo muy temprano Y me puse a limpiar nuestras habitaciones, recogí las cosas y pues no sé si estarías de acuerdo pero pienso donarle tu ropa a las personas que la necesiten, la verdad es que pienso que si estarías de acuerdo...

<< No sé si te molestará pero... Anoche dormí con Zack, Si en su cama pero no hicimos nada y la verdad es que dormí mucho y siento que descanse como no lo había hecho en días.

Solté un suspiro con un nudo en el estómago y con ganas de llorar pero me las aguanté, cada vez que venía era inevitable, pensar en que ya no está aquí, estos días he aprendido a controlar las ganas de llorar porque una vez una persona dijo que mientras llores a una persona que está muerta no podrá descansar pero si dejas de hacerlo sus alas podrán volar.

Cuando Zack y yo terminamos de comer nos quedamos unas horas más en el mini restaurante y luego le pedí que me trajera hasta aquí.

- También quiero decirte que pues... Zack se ira a Inglaterra, aún no me ha dicho la fecha pero quiere que yo me vaya con él y pues la verdad es que no estoy muy segura porque no quiero dejar todo esto, mis amigos,la casa y ni siquiera quiero pensar en venderla y tampoco quiero dejarte a ti- digo, hago silencio como esperando a que ella respondiera, pero no respondió.

<< te amo, mamá- digo poniéndome de pie ya que estaba sentada en la hierva- ayúdame a tomar una buena decisión.

Dicho eso camino a la salida donde Zack me espera recostado del coche, esté habla por teléfono con el ceño fruncido.

- Solo dame unos días más- dice y en cuanto nota mi presencia vuelve a hablar-bueno, hablamos luego.

- Ya nos podemos ir- digo cuando llego hasta él- disculpa si tarde tanto.

- No te preocupes Anna, hablas como si yo fuera un extraño al que acabas de conocer y te ha dado un aventón hasta aquí- dice con el ceño fruncido- soy tu novio y me puedes pedir lo que quieras.

- Esta bien- digo dedicándole una sonrisa- vamos.

Nos montamos en el carro y nos dirigimos a la casa en silencio el cual no fue nada incómodo.

Cuando ya estuvimos en la casa Zack abre la puerta y nos adentramos en esta.

- ¿Me ayudas a hacer la cena?- pregunta  aventando las llaves a los muebles.

- Si- digo siguiéndolo hasta la cocina.

- Haré la pasta que nos gustan y pollo horneado ¿te parece?- pregunta tomando unos mandiles que estaban colgados en la pared.

- Claro pero no es necesario que hagamos dos platos- digo cuando el me pasa uno de los mandiles.

- No pero quiero que cenes mucho.

Luego que nos pusimos los mandiles, Zack sacó el pollo de la nevera, yo me ofrecí a hacerlo y deje que él se encargará de la pasta, le eche todos los condimentos al pollo: Ajíes, Verduras, agrio de naranja, ajo y unos que otros más condimentos que mamá solía echarle. Ya cuando termine de condimentarlo lo tapé para que se pueda concentrar más el sabor.

INMARCESIBLE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora