|Capitulo 26|

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- Ana- escuche como me llamaron a lo lejos pero no hice caso y me quedé durmiendo

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- Ana- escuche como me llamaron a lo lejos pero no hice caso y me quedé durmiendo.

- Hey- volvieron a llamarme, esta vez sentí como unas manos se adentraron en mi cuero cabelludo para acariciarlo.

Una sonrisa se apoderó de mis labios, empecé a abrir los ojos encontrándome con Zack sentado al borde de la cama, llevaba puesto un Smoking negro con el pelo un poco alborotado pero eso no quito que se viera hermoso.
En cuanto sus ojos se encontraron con los míos  me dedico una sonrisa.

- Ya nos tenemos que ir- murmura y entonces recuerdo el viaje a Inglaterra.

- Mierda digo parándome de la cama de un salto- ¿Es muy tarde?.

- No, solo te desperté porque voy a salir y en cuanto regrese nos iremos pero tienes tiempo de bañarte y desayunar.

- Ah, está bien- digo

- ¿Estarás bien cierto?- pregunta mirándome.

- Si, si, no te preocupes tú ve tranquilo, te esperaré aquí- digo caminando a la puerta pero antes de llegar a está siento como su mano se envuelve para acercarme hacia el.

- No tardaré tanto- dice para luego darme un beso en la frente y en los labios- Adiós.

Segundos después camino hasta mi habitación y me meto a la ducha.

Ayer Zack y yo nos habíamos encargado de cubrir todo con sábanas, las camas, los espejos, las mesitas de noches y todo los que se podía llenar de polvo.

Cuando salgo del baño me visto con un pantalón negro al igual que un jersey y un abrigo del mismo color ( Zack me advirtió que en cuanto llegásemos a Inglaterra estará haciendo mucho frío) por último me puse unas zapatillas deportivas que había dejado afuera y el pelo me lo dejé suelto.

Ya lista bajo a la sala donde se encuentran las maletas ( solo deje unas pocas ropas aquí por si algún día volvía) camino a la cocina para buscar la última manzana que quedaba, volví a la sala y me senté en las escaleras para esperar a Zack.

No puedo creer que valla a dejar esta casa.

Zack no tardó mucho y cuando vino me asuste un poco cuando abrió la puerta pensé que era un ladrón o alguien más. Camino hasta mi y me tendió una bolsa de comida que traía en la mano.

- Sabía que no lo harías- dice mirando la manzana que me estaba comiendo, yo tomé la bolsa.

- Estoy bien con esta manzana- digo mirándolo.

- Al menos dale una mordida, ya nos vienen a buscar- dice, arrugo las cejas ante lo que dijo pero justo cuando iba a preguntar el timbre de la puerta sonó- Vamos.

- Señor- escuche que dijo una voz masculina cuando Zack abrió la puerta.

- Edwin, ¿donde está Ezequiel? - pregunta Zack en un tono frío.

INMARCESIBLE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora