|Capitulo 3|

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Aun no puedo creer que este tipo sea el hijo de la amiga de mamá y lo peor de todo es que se quedará en esta casa fastidiándome

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Aun no puedo creer que este tipo sea el hijo de la amiga de mamá y lo peor de todo es que se quedará en esta casa fastidiándome.

Bueno, tampoco es tan malo, al menos lo tendrás para ti solita, no podemos negar que está para chupárselo.

Dice mi subconsciente, bueno no negaré que... ¿que? Claro que no.

Todavía estaba parada al frente de ellos y mi cara mostraba total asombro como para que mi madre me viera con el ceño fruncido y Zack me mirara con la típica sonrisa.

- ¿Te quedaste sin palabras, Jili?- pregunta Zack rompiendo el silencio que reinaba en la cocina.

- Creo que es mejor dejarlos solo para que se presenten mejor- dice mamá saliendo de la cocina y mirándome con reproche.

Después que mamá salió de la cocina nos quedamos en total silencio, Zack me miró de arriba a abajo y cuando termino de examinarme me miro con una sonrisa ladina en sus labios.

- ¿Que tanto me vez?- logre decir

- Veo lo mucho que has crecido.

- Hablas como si me conocieras desde antes-digo con duda sentándome en la silla en la que estaba mamá quedando al frente de el.

- Créeme, te conozco más que nadie, Jili- dice en tono serio y muy seguro.

- Mi nombre es Ana por si no lo sabías- digo levantándome de la silla con el ceño fruncido.

- ¿De verdad no me recuerdas?- dice un poco preocupado.

- De verdad no se quien eres Zack- digo y al ver la cara de desesperación que puso, suspire— lo siento, si te recuerdo pero de hace unos minutos cuando chocamos pero no se nada de ti.

- Bueno está bien, no insistiré más pero eso no quiere decir que voy a dejar de llamarte, Jili- dice como si de pronto intentara evadir el tema.

- Eres un idiota- digo en fastidio saliendo de la cocina.

- ¿Ni siquiera me conoces y ya me estás diciendo idiota?- dice siguiéndome

- Pues no te conozco pero ya me estoy dando cuenta de lo idiota que eres- digo subiendo las escaleras.

Mire mi celular y ya eran las 7: 50, joder, ya es tarde tengo que irme, gire mi cabeza y me di cuenta de que Zack aun me estaba siguiendo.

- ¿Que rayos haces?¿a caso piensas entrar a mi habitación?- pregunto mirándolo- No eres mi amigo como para que entres a mi habitación.

- Con que dejas entrar a tus amigos a tu habitación eh- dijo alzando las cejas.

- Claro que no y además no te tengo que dar explicaciones- digo poniendo mi mano en su pecho para apartarlo- ahora aléjate que tengo que ir a la escuela y me estorbas.

- Hija, no iras hoy a la escuela, ya hable con la directora y te a dado el permiso- dice mamá saliendo de su habitación que queda al frente de la mía, de inmediato me alejo de Zack.

- Mama, pero yo quería ir a la escuela- digo mirándola.

- Si, pero hoy le daremos la bienvenida a Zack y haremos una cena- dice bajando las escaleras, me giro para ver a Zack y este tenía una sonrisa victoriosa, de inmediato lo fulminé con la mirada.

Baje la mirada al suelo y me encuentro con unos zapatos ¿ De que marca? Pues no se pero se ven que cuestan mucho, estos son negros, me dedico a levantar un poco más la mirada para encontrarme con unos pantalones finos de color negro, alzo un poco más y me quedo mirando su bulto.

¿Qué haces, Ana?

De nuevo bajo la mirada a sus pies y me doy cuenta de que no me avía percatado de que los tiene bien grandes.

Pero que mente tan perversa tienes Ana!! Los pies no tienen nada que ver, mira su dedo del medio (de la mano).

- Mis ojos están aquí, Ana- dice Zack sacándome de mis pensamientos impuros ¿Pero que joder estaba pensando?.

- Eh- fue lo único que alcance a decir.

- Te estoy diciendo que mis ojos están aquí- dice señalando la parte de la cara en la que se encuentran sus ojos- ¿acaso te gustan mis pies?- pregunta con una sonrisa un poco atrevida.

- Para nada- digo de lo más tranquila- la verdad son muy feos y... grandes- las palabras salieron de mi boca y su sonrisa se hizo aun mas grande al escuchar lo que dije y dio un paso más a mi.

- Eso no es lo único que tengo grande- dice mirándome fijamente, yo baje la mirada a su entrepiernas, la verdad si, se veía bastante grande.

- Hey! Todavía estoy aquí- dice chasqueando los dedos.

- Ay!- grito en fastidio- ya vete, déjame en paz.

- ¿Eres bipolar o que?- pregunta confundido- hace muy poco te vi muy emocionada con mis pies- dice en tono burlón.

- Claro que no, ya te dije que tus pies son muy feos y además no me gustan para nada- digo girándome para tomar la manilla de la puerta de mi habitación.

Vamos linda, sabes que es todo lo contrario a no gustarte, zorra pervertida.

Ya cállate, aveces empiezo a pensar que estoy loca.

- Eso no fue lo que dijo tu cara hace un momento- dice metiéndose las manos en los bolsillos.

- Ya cállate- digo serrándole la puerta en la cara.

- ZIBA- escuché que dijo pero no le preste atención.

🌼🌼🌼

Hola chic@s que tal les pareció este capítulo.

¿Que tanto les gustan los pies de Zack a Ana?

ZIBA: Hermosa

ZIBA: Hermosa

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INMARCESIBLE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora