|Capitulo 15|

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Zack y yo nos quedamos hablando mientras mirábamos la hermosa vista al Mar

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Zack y yo nos quedamos hablando mientras mirábamos la hermosa vista al Mar.

Me encanto que me trajera aquí, si su intención era hacer que mejorara lo logro porque me siento mucho mejor.

Aún no he superado el hecho de que mi mejor amiga y mi novio me engañaran pero me di cuenta de que ellos no se merecen que esté sufriendo por ellos, es verdad lo que Zack dijo, no debería de  llorar por ellos.

Algo que se es que nunca he sido lo suficientemente mala como para desearle el mal a nadie y de verdad que espero que ellos sean feliz.

- ¿Tienes hambre?- escucho que Zack pregunta y de inmediato mi estómago responde haciendo sonar mis tripas- me he dado cuenta de que si- dice Zack soltando una risita.

Se para y me tiende su mano para que la tome, con solo su tacto hizo que mis manos sintieran cosquillas en los dedos, no se si el notaba esto pero era bastante agradable.

Cuando los dos nos paramos el baja hacia la arena y luego me ayuda para que yo haga lo mismo, cuando estuvimos abajo nos encaminamos al coche, donde nos montamos en silencio mientras el encendía el mismo.

- ¿Que quieres comer?- pregunta sacando el coche del estacionamiento.

- Pues... no se- digo, la verdad es que yo me comía todo lo que me daban, es decir, creo que me gustaban todas las comidas excepto, claro, los camarones, ( si, damas y caballeros yo no como camarones)

No se porque pero la primera vez que lo probé no me gusto para nada pero supongo que Zack no me llevará a comer camarones.

- ¿Por que no sabes?- preguntó con una ceja enarcada - ¿No se supone que tienes hambre?

- Si pero... no se- digo encogiéndome de hombros- ¿Tu que quieres?

- Pues... ¿Quieres hamburguesas?- pregunta.

- Si- respondí yo con una sonrisa.

El se limita a asentir y a conducir mientras yo me acomodo en el asiento para mirar por la ventana.

Zack no a dicho nada sobre el beso y la verdad es que me alegro de que no haya sacado el tema. No sabría ni que decirle. No negaré que me gusto, claro que no, me encanto sentir sus labios pegados a los míos, si hubiéramos profundizado el beso...

Pero no lo hicieron así que.

Cuando sentí que el auto se detuvo me fije y vi que se había estacionado frente  de un mini-restaurante de calle pero que tenía buen aspecto, nos bajamos del coche y nos dirigimos adentro.

Zack y yo nos dirigimos a una de las mesas que quedaban al fondo, nos sentamos y pude notar que la mesa que quedaba al lado de nosotros había una pareja que se estaban comiendo prácticamente, estos se estaban devorando a besos sin importar que estén en una habitación pública.

INMARCESIBLE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora