Capítulo 4

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─¿En serio no recuerdas nada de ti?

─¿Ni siquiera tu nombre?

─¿Y cómo te llamaremos?

Las niñas de la finca mariposa no han dejado de hacerme preguntas desde que llegué aquí, a veces creo que me repiten la misma pregunta.

¿En serio no recuerdas nada de ti?

Por el momento todos han creído mi mentira. Pero no sé cuanto tiempo tardarán en descubrir la verdad.

Luego de que terminara aquella reunión con los pilares donde prácticamente se la pasaron discutiendo sobre mí, Kanae fue hacia donde estaba y con una sonrisa gentil me tendió su mano para ayudarme a levantarme. Recuerdo que mi corazón se sacudió, de nostalgia y tristeza hacia aquella amable mujer, en serio que no merecía morir. Cuando tomé su mano, al ponerme de pie me dio un dolor de cabeza de los mil infiernos que ocasionó que me tambaleara y me mareara, para no hacérselas de pedo, me desmayé otra vez.

Al despertar estaba aquí, con vendas en mi cabeza y manos. No tenía idea que tenía heridas en las manos hasta que sentí el ardor en estas. También me habían cambiado de ropa, por un pantalón y camisa de botones frescas y suaves. Cuando quise levantarme un dolor agudo se hizo presente en uno de mis pies, o tobillo; no tengo ni maldita idea de como me torcí el tobillo. No sabía de la gravedad o de la cantidad de heridas que tenía, hasta que Aoi me visitó y después de regañarme por casi levantarme fue cuando me dijo sobre mis heridas y que debía descansar para recuperarme más rápido.

¿Recuerdan que cuando desperté en aquella sala, aún tenía puesta mi ropa mojada y estaba tiraba por ahí en el piso, sin ninguna manta o capa que me cubriera poquito del frío? Eso ocasionó que me diera un resfriado grave, y no solo eso, resulta que la herida de mi cabeza se infectó y eso me ocasionaba los mareos y el dolor, y eso dio como resultado el robo de 3 días de mi vida.

Claro, pueden salvar a las personas de demonios letales que usan técnicas de demonio de sangre y corren el riego de perder hasta su vida, pero no pueden salvar a una pelada de un resfriado e infección que solo les costará su haori y un par de vendas. En fin, la hipocresía.

Desde que me trajeron a esta habitación, no he salido ni para que me diera el sol. En parte es por mi tobillo lastimado, pero estoy bien. La cabeza casi no me duele y estoy casi recuperada del resfriado.

Teniendo en cuenta eso, puedo apostar a que ha pasado una semana y tantos días.

Y mientras he estado encerrada aquí, me he puesto a descifrar en que parte de la historia de Kimetsu no Yaiba estoy.

Basándome en lo poco que he recolectado, Kanae aún sigue viva y tengo entendido que muere antes de que la familia de Tanjiro fuera asesinada, y por lo que he escuchado en la finca por las niñas, Kanao aún no va a la selección final y si ella no ha ido, Shinazugawa Genya tampoco. No entiendo porque estoy en esta parte de la historia, pero por algo el espectro raro que por ahora llamaremos "Sinid", me escupió aquí.

─Ara ara~ ─ la voz de la pilar se hizo presente.─ Se que están entusiasmadas por saber más de nuestra invitada, pero ella aún no se recupera. No la presionen, por favor.

Las niñas se disculparon, haciendo una reverencia y se fueron diciendo que iban a prepararme unas bolas de arroz. Sonreí levemente, a pesar de ser una completa extraña eran muy amables conmigo.

─Lo siento.

─¿Qué?─ su disculpa repentina me confundió.

─Están entusiasmadas, es la primera vez que ven un caso como el tuyo. No poder recordar nada de ti debe de ser duro.

Forastera | Kimetsu no yaiba |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora