Capítulo 11

12 3 0
                                    

Di todo de mí


Kendall:

No me habla. Cameron solo me ignoraba como si fuera un poste en la calle.

Habíamos quedado de salir el martes, antier, me canceló. Al principio no me molesté, pudo haber surgido alguno problema con su familia o yo que iba a saber. Mi sorpresa vino cuando ese mismo día por la mañana no me dirigió ni la mirada. No voy a mentir, me dolió.

Traté de hablar con él por segunda vez, y sí, me miró por tres segundos y pasó de mí; no me dejo apreciar la oscuridad de sus ojos por más tiempo.

Sabía porque me lastimaba tanto que Cameron no se dignara ni siquiera a pasar por mi lado. Lo sabía porque ya lo había sentido antes con Hunter, pero no quería apresurar las cosas, no quería presionarme a darle un nombre a esto que estaba sintiendo, solo esperaba que fluyera de la mejor manera para no volver a terminar como terminé con Hunter. No quería ser la misma ridícula de hace un año.

-Si no te quiere hablar, él se lo pierde, Kendy -comentó Thomas, guardando un par de cuadernos en su mochila -. No vayas a hacer el ridículo preguntándole que tiene. Cameron es el del problema, no tú.

Negué repetidas veces mientras mordía mis nudillos.

-Es que, sólo quiero saber el porqué de su actitud.

Mi hermano suspiró dándose por vencido. Me sonrió y me dio un abrazo recostando su cabeza sobre la mía.

-No esperes mucho de él, por favor -susurró y cuando nos separamos, asentí -. Bien, te espero afuera, estaré con Cailin.

-Con que Cailin. -Le sonreí con picardía -. ¿Cuándo le dirás que te gusta?

-Estoy seguro que ya lo sabe. -Rodó los ojos -. Kendy, no eres muy discreta que digamos.

Llevé una mano a mi pecho y lo miré indignada. Bueno sí, podía no ser muy discreta y a veces podía hablar de más pero jamás diría algo que no me corresponde.

-¿Me estás diciendo chismosa?

-No, pero casi.

Lo empujé levemente mientras soltaba una carcajada sarcástica.

Thomas me podía decir cualquier cosa y no me molestaría, él me conocía mejor que nadie, así como yo a él. Habíamos crecido juntos, incluso la gente decía que parecíamos uña y mugre, nunca íbamos a un lado sin la compañía del otro... aunque posiblemente eso pasaría pronto si queríamos cumplir nuestros sueños.

La mirada de Thomas se quedó fija en un punto atrás de mí. Sonrió con apuro y tomó las correas de su mochila.

-Ahí esta Cameron. Suerte... amor y paz o lo que sea, estaré afuera.

Y así como habló se fue igual de rápido. Y luego decían que era yo la que hablaba hasta por los codos.

Di media vuelta y lo vi. Lucía igual que siempre, su cabello castaño estaba perfectamente desarreglado, algunos mechones de cabello caían por su frente, y otros por los lados, sus ojos estaban sobre Logan y ambos tenían una sonrisa en sus rostros, la misma que se borro en cuánto me vio.

El deseo de estar contigo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora