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Die Fee und der Bogenschütze.

31 de Octubre, Pueblo de Heller.

Hanne Meyer.

Mariposas azules.

Gardenias en el cabello.

Un vestido de seda.

Alas de fantasía.

Era un hada similar, a aquellas de las películas de Disney.

Observo en la tarde, como personas pasan con sus distintos disfraces, mientras llego a la puerta del hogar de mi mejor amiga.

-Buenas noches Sra. Victoria- sonrió al ver que es su madre quien me recibe en la puerta.

-Oh Hanne, estas encantadora-dice, abriendo paso a su lado- entra, Lisa no debe tardar.

Adentrándonos a la sala escucho pasos provenientes de la escalera, Lisa baja de estas con aquel hermoso conjunto que habíamos elegido la semana pasada y su largo cabello castaño atado en una cola alta.

Al verme sonríe y baja corriendo para no perder tiempo.

-¡Estas preciosa!- chilla emocionada , tocando una de las alas delgadas, observando todo el traje-¿Nos vamos?

-Debemos pasar por los mellizos.

Me alejé hacia la entrada, pasando por un lado, esperando a que buscara su bolso.

-¡Nos vemos!- se despide, gritando desde la puerta.

-No regresen tan tarde cariño...

La fría brisa del otoño nos recibe al salir, el atardecer como siempre haciéndose presente detrás de las montañas, esas que podemos observar desde las calles el pueblo. La casa de los abuelos Meninger, estaba unas calles de la casa de Lisa, lo cual no es tan lejos.

-Allí están- señaló a los mellizos que sonríen al vernos.

Jacobo, parecía un caballero de época y como siempre es el primero en levantarse e ir a nuestra dirección.

-Se ven muy bien- sonríe abrazándonos- eres el hada más bonita que he visto.

-Gracias, también te ves muy bien.

-¿Eres un príncipe o....?- la castaña ladea la cabeza observando confundida a Jacobo.

-Soy Benvolio, el primo de Romeo.

-¿Y tú eres Bella Swan?-pregunto a Elizabeth, que ha estado muy callada- La de Crepúsculo.

-¡Sí! Eres la primera en adivinar el disfraz.

-Yo creí que no iría disfrazada, parece más algo que usuaria a diario-dice Jacobo intentando no reír por su hermana, que lo ve con mala cara.

-Vamos, deberíamos llegar antes para comprar las entradas.

Caminamos en dirección a la feria, hablando de las clases del instituto y el trabajo en grupo que realizaríamos la otra semana. De un lado, estaban Lisa y Elizabeth tomadas de un brazo, y Jacobo entrelazando el suyo con el mío.

Delante de nosotros se encuentra el gran letrero ''Spaßmesse'' en distintos colores, decorado con telarañas falsas y arañas de plástico.

Me detengo en seco, al ver la gran cantidad de personas que se encuentran dentro, las palmas de mis manos comenzaban a sudar  y esa presión en el pecho que no sentía desde hace tiempo estaba de vuelta.

¿Por qué volvían en este momento?

Jacobo es el primero en darse cuenta mientras la castaña y la pelinegra entran observando emocionadas a todos lados, sin percatarse de nuestra ausencia.

Las estrellas también llueven en otoño (#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora