¿Hermione Granger o Riddle?

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*¡Pongan música de terror! Okno jajaja o tal vez sí 😐😂

The exorcist min theme 💀💀

Ok, ya no bromeo.

Bueno, pueden proseguir a leer.*

Ahora ella sentía desvanecer sus piernas, Las palabras del rubio causaron una pequeña conmoción, pequeña pero feroz. Su corazón latía fuertemente que golpeaba su pecho.

Empezó a ver borrosas las escaleras, veía el doble de lo que realmente eran, su vista mostraba todo tembloroso y su cuerpo se empezó a sentir pesado hasta que ya no pudo soportar el peso.

-Ni se te ocurra desmayarte, Granger. -Malfoy, que por fortuna ahora estaba apoyado en la baranda de las escaleras, pudo sostener con sus brazos el peso de Hermione, sosteniéndola de los hombros, claro, manteniendo la distancia.

Por unos minutos estuvieron en la misma posición. Malfoy apoyando su espalda en la baranda, con sus dos manos haciendo resistencia en los hombros de Hermione para que ella no cayera. Por fortuna, estaba en una escalera poco o casi nada concurrida.

Hermione intentaba una y otra vez recuperar fuerzas hasta que pudo lograrlo. Y se libero de agarre de Malfoy, incorporándose en su lugar.

Era mejor solucionar todo con Malfoy lo más pronto posible, en cualquier momento se iba a derrumbarse y quería descanzar al menos una hora.

-Lo siento. Estoy bien. -se apresuró a decir Hermione. El rubio la miró directo a la cara tratando de cerciorarse que la castaña esté bien.

Hermione dudó por unos segundos en preguntar.

-¿Qué decías? -preguntó mirando hacía el extremo del castillo, mirando cuadros diminutos para desviar la mirada del rubio.

-Arriesgándome a quedar tirado aquí, te lo diré. Posiblemente hasta la hayas destruido. -resopló Malfoy. -Sin detalles, no sé exactamente lo que dice la carta, no la he leído pero la envía Bellatrix Lestrange... -hizo una pausa para ver la reacción de la castaña al mencionar aquel nombre y luego prosiguió. -Lo que sé, es que mañana, Sábado, tienes, tenemos que ir a una reunión...

-¿Reunión? ¿De qué? ¿Qué clase de reunión? -lo cortó Hermione bruscamente.

-¡No lo sé! Ni a mí me lo dijeron. Sólo me llegó una porquería de carta, diciendo el día, el nombre y esa dichosa reunión. -respondió enojado. Agobiado por la castaña.

Con esa respuesta, los nervios ni la ansiedad habían sido saciadas. Seguían presentes y en aumento.

-Pero... ¡Tú debes saber! -insistió Hermione en el tema. Seguían plantados ahí, Hermione poco a poco tenía la voz quebrada.

-¡No lo sé! Ya te lo he dicho. -repitió ya harto.

-¿Y la hora? -preguntó angustiada.

-Nada. Pero es mañana. Ellos vendrán a recogernos. Eso mencionó la carta que me enviaron. -habló el rubio.

La ojimiel trataba de juntar las piezas del rompecabezas pero con la poca información que tenía no le daba ni para unir una pieza con otra.

¿Qué los recogerían?

¿Ellos? ¿Los mortífagos? ¿Habiendo tantos autores en Hogwarts?