𝐈'𝐌 𝐇𝐄𝐑𝐄 |Kawaki.| [1]

11.

Un gran alivió llegó a mi en cuanto descubrí la ubicación de Kawaki, sin embargo me alarme en el momento en que los antiguos Shinobis iban hacia el muchacho, inesperadamente Kawaki se despertó dejando salir un gran poder el cual me sorprendió demasiado. Y antes que fuese a el llega Delta hasta nosotros.

—Ustedes dos son muy expresivos.—Nos menciona Delta.—Al verme siempre ponen una cara de asco, que groseros.

—Te ves más bonita el día de hoy, Delta.—Le dije un halagó.

—Obvio, yo siempre me veo bien.

—Es bueno volver a verte, aunque la única que llame fue a _____, no a ti.—Le recuerda Koji.

—Jigen me permitió venir.—No dice mirándonos.—Vine a ver el porque tardaban tanto.

—No es un asunto fácil y menos si están ellos.—Dije refiriéndome a los Shinobis.

—¿Porque no simplemente los matan para así llevarnos a Kawaki?.—Exige la rubia.—¿Dónde está ese tal Aō?.

—Esta muerto.—Delta abre sus ojos sorpendida por la confesión de Koji.

—Mas motivo para interferir.—Esta sonríe.—Si ustedes no harán nada tendré que interferir.

—¿Viniste con un Outer?.—Le pregunté sin dejar de mirar a Kawaki.

—Si, vine con Garō.—Realizo una mueca disgustada.—Habia olvidado el hecho que no te agrada Garō, ______.

—No hables como si fuese una gracia, si no lo he matado es porque Jigen me tiene a su margen.—Chesque mi lengua.—¿El se encargará de Kawaki?.

—Si, hay que ser el público en esta ocasión.—Delta mira a los shinobis sin dejar de sonreír.—Aunque sepamos quién va a ganar.

—Al menos nos deshacerémos de una carga extraña.—Cruze mis brazos y me recargo aún lado del árbol en el que estábamos escondidos.

La sorpresa no tardó en llegarle a Delta cuando el Uzumaki dejo ver el karma de la palma de su mano.

—¿Cómo es posible que ese mocoso tenga el karma?.

—Lo mismo me preguntó.

Frunci el entrecejo al ver cómo llegaba Garō llamando la atención de todos los shinobis, si las cosas fuesen a salirse de control lo único que podía hacer era intervenir. Cuando Garō rebotó a Kawaki contra el suelo un gran enojo y preocupación llegó a mi a lo que iba ir ayudarle si no fuese por Koji quien me sostuvo del brazo.

—Deja que Kawaki comienze a pelear por su cuenta, o si no nunca podrá aprender a defenderse por si mismo.—Me aconseja Koji en voz baja, a si que continúe observando la pelea entre Garō y Kawaki.

Kawaki quiso golpear a Garō pero solo fué inútil, ya estaba agotado y sin fuerzas como para continuar peleando, Garō lo golpea con una inmensa fuerza al suelo para después lanzarlo hacia el cielo. Ignore la voz de Koji y Delta quiénes dijeron que no era buena idea meternos.

Me valía mierda su opinión, a si que rápido golpe la cabeza da Garō separándose de Kawaki.

—Te tardaste, _____.—Escuche decir Kawaki el cual sangraba por su frente.

—Discúlpeme majestad pero me cansé de ser el público.—Dije sarcástica.

—Siempre de entrometida, Uchiha.—Garō se levanta y nos mira molestó que incluso si cabeza a tornó roja.—apegándose a Kawaki.

—Bueno, es mejor que estar pegada a un calvo y sin mandíbula.

Mi comentario lo hizo enojar que comenzó a atacarme pero nisiquiera se acercaba a dar un rasguño,

—¡Kawaki!.—Grite al ver cómo Garō se aproxima al muchacho y antes que lo pudiese golpearlo, utilize mi Susano impidiendo el golpe

Pero como mi cuerpo aún no estaba reparado del 100% (solo el 80%) mis ojos sangraron causándome un fuerte dolor en ellos, Garō aprovechó que desactivé el Susano y fue a atacarme.

—¡A si será más fácil matarte!.—Este quiso atravesarme, pero Kawaki fue más rápido y detiene el ataque utilizando el Karma. Garō retrocede sudando frío.—¡No te acerques!.

Ataca a Kawaki con todo lo que tiene pero este solo lo absorve, al ver a Kawaki de esa manera me hizo sentir un poco preocupada ya que era muy notorio lo que tenía pensando hacerle a Garō. Aunque no sería mala idea que lo matará. Kawaki no escucho las súplicas de Garō y solo lo atraviesa.

—Te advertí que si te atrevias a golpearla o hacerle un solo rasguño, no solo perderás la barbilla.—Le recuerda mirándole fijamente mientras que Garō seguía suplicando que lo dejara ir.

Garō respiró agitado sin saber que hacer hasta le habla fríamente.

—Te apesta el aliento, cerdo.

Y con eso Kawaki termina con la vida da Garō protegiéndome, lo que nos pareció extraño era que los shinobis aún seguían vivos por el poderoso ataque. De repente mire como del cuerpo de Kawaki comenzó a salir un humo extraño que lo hizo desmayarse.

—¡Kawaki!.

Sentí un piquete en mi cuello antes que fuera a verle y caí al suelo comenzando a ver todo nublado.