14.

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Ya ni sabía que era peor, tener el cuello adolorido de tantas inyecciones, o ser cuidada como si fuese una niña por el séptimo hokage. tengo 27 años en un cuerpo preadolescente que nisiquiera puede envejecer.

Bueno, supongo que esa era una ventaja.

—Toma.—Deja enfrente mío un té.—Espero que lo disfrutes y siéntate como en casa....

—¿Podrían decirnos sus nombres?.—Nos pide Naruto.

—No tenemos porque hacerlo.—Le mire cruzada de brazos.—¿Que hará con nosotros? ¿porque acepto cuidarnos? y lo más importante, ¿cuánto tiempo estaremos aquí?.

—Tranquila, una pregunta a la vez.

—Ya te lo he dicho, no somos miembros de Kara.—Naruto mira a Kawaki.—Y no tenía información.

Aunque eso era mentira, yo continuo siendo miembro de Kara ya que técnicamente mi cuerpo le pertenece a esa organización y si quisieran podrían acabar con mi vida en un instante.

—Relajate un poco, como dije antes, está será su casa.—Vuelve a decir pero yo y Kawaki lo miramos desconfiados.

—Ya déjese de tonterías y dinos que es lo que quieres.—Pregunte de nuevo.—No por algo nos tienes aquí.

—Bien. Por lo que sé Kara los está persiguiendo, y quizá nosotros podremos proteger a ambos de ellos.—Nos explica.

—En otras palabras; usted nos quiere como carnada para atraerlos.— Interrumpí.—Patético.

—Eres muy directa. En fin, apartir de ahora está será su casa.—Nos sonríe el Séptimo y voltea a verme.—Hay algo que me tiene inquieto y es sobre ti.

—¿Que cosa?.

—Mientras los médicos se encargaban de tus heridas mencionaron que tú sangre es Uchiha.— Recargue mis codos en la mesa.—¿Es verdad eso?.

—Y aunque lo fuera no es algo que ti te incumba saber.—Le di un no tan fuerte golpe a la mesa.

—Tienes razón, pero hay alguien que si le interesaría saber.

Siendo honesta aunque el sea el Hokage de Konoha no tenía ni una sola confianza en el. Nuevamente miramos como Uzumaki Boruto llegó a la casa anunciando su llegada, pero al vernos si rostro cambio a uno confundido y desagradable.

—Son ustedes...

—Eres el mocoso del karma.—Dice Kawaki al verle.

—¿Que hacen en mi casa?.—El camina molestó hacia nosotros.

—Veras Boruto, ellos pasarán un tiempo viviendo con nosotros.—Por lo que le había dicho su padre este quedó aun más confundido.—A si que espero que se lleven bien.

—¿Llevarnos bien? ¡Ni hablar, ya viste el revuelto que causaron en Ryuutan?.—Nos señala.

—Si, ya lo ví.

—¡¿Y no piensas hacer algo al respecto?!.

Este mocoso me estaba comenzando a molestar, no por lo grosero que era si no por su actitud malcriada.

—Ya cállate Uzumaki.—Le llame ya arta.—Tu voz es fastidiosa, y si te hace feliz solo estaremos aquí pocos días.

—¿Cómo dices?.—El rubio me sostiene de mi camisa haciéndome levantar.—¿Acaso crees que olvidaré que lastimaron a la delegada?.

—Ella lastimo a Kawaki con su bestia, el que se lleva se aguanta.—Aparte se un manotazo su mano.—No es elección mía quedarme en tu casa, si fuera por mí yo ya me hubiera ido.

—En ese caso, ahí está la puerta...

—Boruto.—Le llama su padre el cual parecía molestó por la actitud de su hijo.—Acompáñame.

El rubio solo nos mira unos segundos disgustado y comenzó a seguir a su padre mientras que a nosotros nos dejó ahí con su esposa he hija. Kawaki se levanta como si nada de su silla y se sienta en el sofá hasta que miramos como el séptimo llegó junto con su hijo.

—No confío en ustedes ni un poco.—Nos comienza a decir.—Pero no pienso jugarlos sin saber cómo son realmente.

Finalmente el malcriado se comporta de buena manera.

—Si quieren quedarse aquí no hagan nada raro.

—¿Que nos estás queriendo decir?.—Pregunte tomando del té que antes me habia entregado la Hyuuga.

—Que si se atreven a lastimar a alguien... yo me encargaré de ustedes.

No reaccione a tiempo cuando escuchamos como Kawaki tira la mesa de la sala dejando caer un jarrón el cual obviamente se rompió. Eso me molestó ya que habíamos comenzado en hablar de manera civilizada y el lo arruina haciendo un berrinche.

—¡¿Crees que nos quedamos aquí por gusto?!.—Boruto mira furioso a Kawaki y cuando estuvieron apunto de irse a golpes, la pequeña niña se acerca hasta la mesa del suelo.

Y como lo había imaginado el jarrón estaba roto lo cual hizo sentir mal a la niña, me acerque a ella para acariciar suavemente su cabeza.

—¡¿Acaso sabes lo que acabas de hacer?!.—Boruto sostiene de la ropa a Kawaki.

—Es solo un simple jarrón.

—No es solo un jarrón, Himawari se lo hizo a mi mamá como regalo de cumpleaños.—Kawaki solo mira de reojo a la niña notandose arrepentido.

—Kawaki.—Le llame haciendo que me mirara, no necesito ni una sola palabra para demostrar como me sentía, el entendió que me encontraba molesta por su acto.—Discúlpate.

—Pero...

—Discúlpate.—Repetí aguantando las ganas de jalar de su oreja y tirarlo al suelo para ir recogiera los restos del jarrón.

El retira la mano del rubio de un manotazo y desvía su mirada

—Lo siento, no era mi intención...

Al decir eso calmó un poco la tensión del lugar, pero Boruto seguía mirándole mal, y cuando estuvo pir irse la voz de Kawaki lo detiene.

—Kawaki, mi nombre es Kawaki, idiota.

—Yo soy Uzumaki Boruto, estúpido.—Le mira de mala manera.

—Uchiha _____, no lo olviden.—Comenze a juntar los pedazos del jarrón.—Deja que te ayude.

Vivir aquí sería algo complicado.

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Estoy segura que Himawari se hubiera agarrado a golpes a Kawaki si quisiera.

¿Si o no?.

𝐈'𝐌 𝐇𝐄𝐑𝐄 |Kawaki.| [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora