A la mañana siguiente, Chloe se encontraba apoyada en el pecho de Lucifer, acariciando su barbilla mientras él la rodeaba con sus brazos.
-Deberíamos llamar a Dan y decirle que no estás muerto – mencionó Chloe cortando el silencio - se fue muy dolido de aquí por lo que había hecho.
-Se merece ese castigo el detective imbécil.
-Fue engañado por Miguel – dijo Chloe mientras se incorporaba para mirar a Lucifer.
Lucifer frunció el ceño y se sentó sobre la cama.
-¿Miguel habló con Dan?
-Sí – afirmó Chloe sentándose a su lado – le dijo que si le ayudaba podría ir al cielo con Charlotte.
El rostro de Lucifer se volvió sombrío y por unos instantes sus ojos marrones se tornaron rojos. Chloe, que estaba contemplando como la furia invadía a Lucifer, le agarró la mano para tratar de calmarlo. Lucifer miró sus manos juntas e inmediatamente giró su cabeza para mirarla a ella. El rostro preocupado de Chloe hizo que los ojos de Lucifer volvieran a su color natural y la tensión de su expresión se relajara. Lucifer soltó su mano de la de ella y la abrazó.
-Esta vez haré que Miguel no vuelva a meterse en nuestras vidas – dijo Lucifer dándole un tierno beso a Chloe en la frente – no te preocupes detective.
-Está bien, pero voy a llamar a Dan – dijo ella levantándose de la cama.
Chloe se colocó la ropa interior y agarró la camisa de Lucifer que yacía en el suelo, para colocársela encima. Después se dirigió al salón y agarró su móvil. Marcó a Dan sin respuesta alguna, durante tres ocasiones.
-¡Lucifer! – gritó desde el salón – Dan no contesta el teléfono.
-¿Crees que ha cometido alguna locura? – preguntó Lucifer desde la entrada de la habitación.
-No lo sé, lo voy a intentar una vez más y si no contesta iré a su casa.
Chloe volvió a marcar el número de Dan con la esperanza de que este contestara, pero de nuevo no obtuvo respuesta. Preocupados por lo que pudiera haber hecho, Lucifer y Chloe se vistieron y fueron a casa de Dan. Encontraron la puerta abierta, pero ni rastro de él en el interior. Tras ver las botellas de alcohol vacías, Chloe decidió rastrear el teléfono de Dan con la aplicación del GPS de la policía.
Siguieron la dirección indicada y les llevó hasta uno de los puentes más elevados de la ciudad. Allí se encontraba Dan detrás de la barandilla, todavía agarrado pero con intención de saltar. Chloe y Lucifer se acercaron rápidamente con cuidado por detrás, sin hacer ningún movimiento brusco.
-Dan no lo hagas – dijo Chloe a unos centímetros de él.
Dan giró la cabeza y para su sorpresa vio allí a Lucifer. Su cuerpo se tambaleó por un momento y perdió el equilibrio, pero se agarró rápidamente de nuevo a la barandilla.
-Estás vivo – dijo incrédulo mirando a Lucifer.
-No gracias a ti – contestó Lucifer irónicamente – pero sí.
-Lo siento mucho Lucifer. Tu hermano Miguel me manipuló y fui muy estúpido por dejar que lo hiciera.
-Ambos sabemos que esa es tu naturaleza Daniel – añadió Lucifer jocosamente – pero no por eso tienes que suicidarte.
-Siempre meto la pata y he hecho muchas cosas malas, me merezco esto.
-No Dan – intervino Chloe – todos cometemos errores, pero está en nuestra mano enmendarlos. También has hecho cosas buenas. No puedes ser tan egoísta y quitarte de en medio de esta manera. Hay gente que te necesita. Trixie te necesita.
Por un momento Dan dejó de mirar hacía el gran abismo que había bajo sus pies para mirar a Chloe. No había pensado en Trixie; en lo que sería para ella crecer sin su padre. No podía hacerle esto a la persona más importante de su vida.
-Venga Daniel, ven aquí – dijo Lucifer agarrando a Dan por el brazo – no te guardo rencor por lo que me has hecho, pero me vengaré, que lo sepas.
Lucifer tiró de Dan hacía dentro del puente con la ayuda de Chloe. Cuando Dan estuvo fuera de peligro, Chloe lo abrazó.
-No vuelvas a hacer algo así ¿me oyes? – le dijo Chloe en el oído.
Dan asintió y bajó su cabeza, apoyándola en el hombro de Chloe mientras la abrazaba con fuerza. Después, llevaron a Dan a su casa para que pudiera descansar y una vez allí se despidieron de él. Antes de que Lucifer saliera por la puerta Dan le mencionó.
-Miguel va a por ti y parece muy desesperado por sacarte de en medio. Lleva cuidado.
Lucifer se giró para mirarlo y se limitó a asentir. No consideraba a Miguel una verdadera amenaza. Para él nunca lo había sido, pero a pesar de lo que había provocado, empezaba a preocuparse por la gente que lo rodeaba. Que fuera a por él no le importaba, pero que incluyera a sus amigos o que les hiciera algo, eso le enfurecía.
Lucifer dejó a Chloe en su casa y se despidió de ella para ir a ver a Amenadiel. Le contó todo lo que había ocurrido y lo que estuvo a punto de hacer Dan. Como sabía que ellos eran muy cercanos, le pidió que lo vigilara por si este pensaba en volver a cometer alguna locura.
-¿Qué hacemos con Miguel? – preguntó Amenadiel.
-Lo voy a matar – contestó Lucifer muy decidido.
-Luci no puedes hacer eso. Sé que Miguel ha hecho cosas malas, pero eso es un extremo al que no puedes volver. Te consumiría la culpa como con Uriel.
-No creo que matar a Miguel me cree la misma culpa, él sí que se lo merece.
-Debemos buscar otra solución – añadió Amenadiel – empecemos por poner en alerta a todos nuestros amigos cercanos.
-Bueno, todos lo saben ya menos la señorita López, pero claro, ella no sabe la verdad sobre mí.
-Quizás es hora de contárselo – mencionó Amenadiel posando su mano sobre el hombro de Lucifer.
Lucifer miró a su hermano y asintió. Sabía que debía hacerlo dado el grado de importancia que comenzaba a tener el tema de Miguel, pero por sus experiencias anteriores mostrándole su verdadero rostro a la gente, tenía miedo de cómo Ella pudiera reaccionar. Ella era muy creyente y seguramente todo esto le iba a afectar demasiado, pero también recordó que ella misma le había dicho que pensaba que el diablo no era tan malo como contaba la historia; que solo había sido un niño rebelde que había desobedecido a su padre.
Antes de volver a su ático, Lucifer pasó por casa de Chloe para contarle lo que planeaba hacer y pedirle consejo.
-¿Debería hacerlo mañana en la comisaría detective? – preguntó Lucifer antes de dar un sorbo a su vaso de ron.
-Creo que sería mejor hacerlo en un ambiente más relajado y sin tanta gente. No sabemos como pueda reaccionar Ella – contestó Chloe dubitativa – creo que sería mejor que le dijeras que fuera a tu ático después del trabajo.
-Me parece correcto – asintió Lucifer – pero no quiero estar solo con ella cuando lo haga. Necesitaré algo de apoyo por si las cosas se descontrolan.
-Tranquilo, yo estaré allí – dijo ella agarrando la mano de Lucifer – no te dejaré solo.
Lucifer asintió con una sonrisa y le dio un pequeño beso en los labios a Chloe.
-¿Quieres quedarte a cenar? – preguntó ella.
-Por supuesto que sí.
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Desde el infierno con amor
FanficEsta historia es la continuación de mi anterior historia El regreso Deckerstar, así que si no la has leído, te invito a que la leas primero antes de empezar esta para poderte situar en la trama. Si no, para haceros una idea, esta historia se centr...