Disfrutaron de una cena amena y tranquila. Por primera vez en mucho tiempo, Miguel se sintió cómodo y relajado con alguien que no era un celestial. También, experimentó por primera vez el sabor de la pizza, algo que por su aspecto no le parecía gran cosa, pero acabó sorprendiéndole gratamente su sabor. Por otro lado, Ella contempló el comportamiento relajado de Miguel y vio que cuando él estaba en un ambiente cómodo, se soltaba lo suficiente como para entrar en confianza.
-¿Qué te ha parecido la pizza? – preguntó Ella retirando los cartones de pizza vacíos.
-¡Me ha encantado! – exclamó él – su aspecto no me inspiraba confianza, pero me ha sorprendido lo bien que sabe.
-Por eso no hay que juzgar un libro por su tapa.
-¿Qué tienen que ver los libros con la pizza? – preguntó Miguel confundido.
Ella comenzó a reír ante la mirada confusa de Miguel por la frase hecha que no comprendía.
-No tiene nada que ver, es una forma de decir que no hay que juzgar las cosas o las personas por su apariencia.
-¡Ah! Entiendo – asintió él.
Ella sonrió y se levantó para tirar los cartones de pizza a la basura, mientras Miguel se ponía algo más cómodo. Después, volvió al sofá y se colocó más cerca de él, colocando su brazo sobre el respaldo del sofá, para así apoyar la cabeza.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Adelante – contestó él volviéndose hacía ella.
-¿Qué te pasó en el hombro? He visto que tiendes a inclinarlo.
Miguel agachó la cabeza para clavar su mirada en el suelo; hablar de las cosas que una vez le habían hecho daño era algo que lo incomodaba. Ante la reacción de Miguel, Ella pensó que la pregunta había sido demasiado personal para él y quiso desviar el tema.
-No hace falta que contestes, que te parece si...
-No importa – interrumpió él volviendo a mirarla – puedo responder a tu pregunta. La lesión en mi hombro surgió durante la rebelión de Lucifer. Algunos de nuestros hermanos se pusieron de su lado y eso hizo que nos enfrentáramos entre nosotros, así que durante la pelea, uno de mis hermanos me hirió y desde entonces se me ha quedado así.
-Pensaba que los ángeles no podíais resultar heridos o teníais algún poder de curación.
-Lo tenemos, pero me hirieron con la espada de Azrael. Es la única espada capaz de borrar de la existencia a un ángel o demonio.
-Azrael es el ángel...
-De la muerte – completó él – aparece cuando una persona está a punto de morir para llevarse su alma ya sea al cielo o al infierno.
Ella estuvo pensando en estas últimas palabras que Miguel le había dicho; ella una vez estuvo a punto de morir y ahí fue cuando conoció a Rae-Rae. ¿Y si quizás su amiga no era un fantasma y en realidad era un ángel? Y si así fuera ¿por qué le había estado acompañando durante toda su vida? ¿Acaso tenía una enfermedad terminal que no sabía?
-¿Azrael solo aparece cuando vas a morir? – preguntó ella intentando disipar sus dudas.
-Así es – contestó Miguel y continuo – es su único propósito. Ella es una de nuestras hermanas que más unida estaba a Lucifer.
-¿Es chica?
Miguel se limitó a asentir mientras miraba con curiosidad a Ella; parecía confundida por todo lo que él le estaba contando y no sabía por qué.
ESTÁS LEYENDO
Desde el infierno con amor
FanfictionEsta historia es la continuación de mi anterior historia El regreso Deckerstar, así que si no la has leído, te invito a que la leas primero antes de empezar esta para poderte situar en la trama. Si no, para haceros una idea, esta historia se centr...