Estás solo

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Por la mañana, Chloe despertó antes que Lucifer. Seguía abrazada a su pecho, como se había dormido la noche anterior. Se sentía completamente segura cuando estaba en sus brazos y sabía que él nunca dejaría que a ella le pasara nada malo. Comenzó a acariciar el torso de Lucifer, rozando con sus dedos cada músculo de su cuerpo, subiendo y bajando por su abdomen, admirando lo perfecto que era. Pensaba que seguía dormido cuando empezó a escuchar un ligero ronroneo por parte de él. Sabiendo que estaba despierto, intensificó el roce de sus dedos sobre su piel y comenzó a bajar su mano un poco más abajo, llegando a su ropa interior. La respiración de Lucifer comenzó a agitarse levemente mientras ella jugaba con el elástico de su ropa interior, rozando ligeramente sus dedos hacia dentro. El ronroneo de Lucifer se convirtió en un sonoro gemido cuando Chloe agarró con su mano el miembro de él, masajeándolo de arriba a abajo. Después retiró la mano y se colocó encima de Lucifer, haciendo que este abriera los ojos y llevara sus manos a la cintura de Chloe, ajustándola a su centro para sentir su roce.

-Estos si que son unos buenos días detective – dijo Lucifer humedeciéndose los labios.

-Y aún pueden ser mejores - contestó ella dándole un beso en los labios.

A continuación, comenzó a besar su cuello, dándole pequeños mordiscos, para seguir por su torso lentamente hasta descender poco a poco hasta su zona inferior. Se colocó debajo de las sábanas y tiró hacía abajo de la ropa interior de Lucifer, quitándosela por completo.

-¡Detective! - exclamó él sorprendido.

Chloe comenzó a masajear de nuevo su miembro, esta vez de forma lenta y casi dolorosa, haciendo que Lucifer arqueara la espalda. Seguidamente, añadió intensidad a sus movimientos, produciéndole un poco de alivio a la desesperación de él y acercó su boca, dándole pequeños besos sobre su base, para después pasar su lengua e introducírsela completamente en la boca. Lucifer gimió de nuevo y retiró la sábana, quedando Chloe al descubierto mientras subía y bajaba sobre su eje.

-Esto tengo que verlo - mencionó él casi sin aliento.

Chloe siguió dándole placer, hasta que él no pudo aguantar más las ganas y cambió con ella la posición para devolverle todo el placer que ella le había dado.

Después de una hora de amor desenfrenado antes de ir al trabajo, Lucifer se despidió de Chloe y quedó en verla en comisaría, ya que antes tenía que pasar por su ático para cambiarse de ropa.

Al llegar al Lux, iba camino del ascensor cuando se percató de que había alguien familiar sentado en la barra. Se acercó sin perder tiempo, agarrándolo por detrás del cuello de la chaqueta y tiró de él, lanzándolo de espaldas al suelo. El sujeto profirió un grito de dolor al impactar contra el duro suelo de la discoteca.

-¿Qué haces aquí? - preguntó Lucifer visiblemente cabreado.

-¿Es que no puedo tomar una copa en el negocio de mi hermano? - respondió Miguel con otra pregunta mientras se levantaba del suelo.

-¿Cómo es que un simple empujón te duele? - preguntó Lucifer al mirar con detenimiento la reacción de su hermano - ¿Qué mas ha hecho padre a parte de desterrarte?

-Ya veo que las noticias vuelan - contestó Miguel volviéndose a sentar en el taburete - me ha quitado las alas y...

-Tu poder celestial - interrumpió Lucifer la frase para completarla.

-Así es, pero sigo siendo inmortal, eso lo ha dejado intacto.

Lucifer se quedó pensativo un momento, analizando las palabras de su hermano y después lo volvió a quitar del taburete, esta vez agarrándolo por las solapas de la chaqueta, para tenerlo frente a frente.

Desde el infierno con amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora