Unos cuantos rayos de luz atravesaron las rendijas de la persiana medio cerrada de la habitación de Chloe. Eso hizo que ella abriera los ojos, acostumbrándose poco a poco a la claridad. Se levantó, se dio una ducha y después llamó a Trixie para que fuera despertando mientras ella preparaba el desayuno. Preparó tortitas con sirope, algo que a la pequeña le encantaba. Trixie no tardó en ir a sentarse a la mesa para saborear el primer bocado de su tortita bañada en sirope de chocolate.
-Mamá ¡están riquísimas! – exclamó la pequeña llevándose a la boca un segundo trozo.
-Me alegro de que te gusten monito – respondió Chloe con una sonrisa.
Estaban desayunando tranquilamente cuando la puerta principal se abrió de par en par, haciendo un fuerte ruido al retumbar contra la pared. Ambas se sobresaltaron al escuchar el golpe y antes de que Chloe pudiera girarse para ver quién había hecho tal cosa, fue derribada con un golpe en la cabeza, haciéndole perder la consciencia y cayendo al suelo.
-¡Mamá! – gritó Trixie asustada.
-Quédate ahí niña – dijo la voz del hombre que había golpeado a su madre.
-Lucifer ¿por qué haces esto? – preguntó la pequeña entre lágrimas.
-No soy Lucifer, soy su hermano gemelo, pero quiero que le digas algo de mi parte – contestó Miguel acercándose a ella – dile que no va a volver a ver a su querida detective nunca más.
Trixie comenzó a llorar desconsoladamente mientras Miguel cogía en brazos a Chloe y se la llevaba por la puerta. Por un momento se quedó quieta, paralizada por lo que acababa de suceder, pero enseguida recobró la compostura y fue a por el móvil de su madre. Buscó en la agenda y marcó el número de Lucifer.
-Detective ¡qué sorpresa! – exclamó la voz de Lucifer desde el otro lado del teléfono.
-Lucifer, soy Trixie – contestó la pequeña con cierto temor en sus palabras.
-Pilluela ¿Qué ocurre? – preguntó Lucifer al notar la voz asustada de Trixie.
-Tú hermano gemelo se ha llevado a mi mamá.
-¿Qué? – contestó Lucifer en un tono entre asustado y furioso.
-Sí, me ha dicho que te diga que... - Trixie comenzó a llorar, produciéndole un nudo en la garganta que le impedía continuar.
-¿Qué me digas qué?
-Que no la ibas a volver a ver nunca más – terminó Trixie rompiendo a llorar de nuevo.
-Quédate ahí, no te muevas – dijo Lucifer antes de colgar.
Lucifer llamó a Maze para contarle lo que había ocurrido y le dijo que fuera a casa de la detective lo más rápido posible. Sin perder tiempo, se montó en su Corvette y se dirigió hacía allí. Al llegar encontró la puerta abierta y a Trixie sentada en el suelo, con la cabeza metida entra las piernas y sollozando ligeramente. Nada más entrar por la puerta, Trixie notó la presencia de Lucifer y se levantó para ir hacía él a abrazarlo. Lucifer la rodeó con uno de sus brazos y le acarició ligeramente la cabeza con su mano libre. Después, la separó de su cuerpo y se agachó a su altura para poder mirarla a la cara. En ese momento Maze entró por la puerta.
-Tranquila, voy a encontrar a tu madre ¿vale? – le dijo mientras pasaba su mano por el rostro de ella para limpiar sus lágrimas – mientras tanto Maze cuidará de ti.
Trixie asintió con la cabeza y Lucifer se dirigió hacía Maze para hablar con ella antes de marcharse.
-Quédate con ella y de momento, no le digas nada a nadie, ni siquiera a Dan. Todavía está recuperándose de su último encuentro con Miguel – mencionó Lucifer.
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Desde el infierno con amor
FanfictionEsta historia es la continuación de mi anterior historia El regreso Deckerstar, así que si no la has leído, te invito a que la leas primero antes de empezar esta para poderte situar en la trama. Si no, para haceros una idea, esta historia se centr...