No olvides que te amo ~ KM.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒐́𝒙𝒊𝒎𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.

La ciudad seguía su curso normal, la rutina de aquellas personas que pasaban era la misma del día anterior, y del anterior del anterior...

Jimin era un hombre que estaba cumpliendo sus veintinueve años, un hombre hecho y derecho, pero que en el fondo, seguía siendo un niño frágil que necesitaba amor.

Pero no cualquier amor, solo necesitaba el amor de una sola persona.

Aún sin asimilar aquella pérdida, se aferraba al recuerdo del único hombre que había amado con todo su ser.

Muchas veces salía solo y vagaba por las calles con la esperanza de encontrar un rostro similar al de Jungkook, pero nunca pasó.

—¿Has sabido algo de Park? —preguntó Hyuna, quien se encontraba en la oficina que había sido por años, de su único hijo.

—Sus amigos se están quedando con él y me comentaron que otros dos estan viajando, pero no lo he visto directamente ya que se la encerrado en la habitación —respondió Kim— Pero ellos lo cuidan todo el tiempo.

—Es bueno saber eso.

—Sí, hoy iré a verlo —la mujer lo miró extrañada— Debo ir a entregarle algo.

—Oh... —fue todo lo que dijo, ella sabía a qué se refería.

Solo Taehyung y Hoseok eran testigos en primera fila de la tristeza que se habían apoderado de Jimin, una que lo estaba consumiendo rápidamente ya que él mismo se estaba entregando a ella.

Parecía que el castaño había abandonado todas las ganas de vivir. No comía, no bebía líquidos y no salía de la habitación.

Taehyung era quien se quedaba con Jimin en las noches, ya que este despertaba gritando el nombre de quien ya no estaba ahí para luego llorar hasta que el sueño lo venciera, nuevamente.

Pero este día era diferente sería totalmente diferente. Namjoon llegó al departamento donde vivía Jimin con un propósito, era el último favor que su mejor amigo le había pedido y debía llevar a cabo.

—Hola, Nam —lo saludó Taehyung, quien ya se había acostumbrado a verlo por ahí.

—Hola, Tae. ¿Jimin? —preguntó sin perder tiempo.

—Encerrado, no sale —apuntó con su dedo en dirección al segundo piso.

—Bien, iré a verlo.

Subió las escaleras y Taehyung fue con él, pero antes de entrar, Namjoon miró al pelinegro.

—¿Hoy es su cumpleaños, no? —preguntó para estar totalmente seguro.

—Sí, es hoy.

—Bien, tengo una misión y no se como lo vaya a tomar, pero asumo que no será de la mejor forma —suspiró— Pero prometí hacerlo y voy a cumplir. Sé que está mal, pero no quiero que me impidas hacer esto.

—Ya me estoy asustando.

—Mira —Namjoon sacó un paquete pequeño de su bolsillo— Esto es el último favor que me pidió Jungkook antes de caer en el hospital.

Taehyung abrió la boca para decir algo, pero no encontró las palabras que necesitaba en ese momento.

—Necesito que Jimin lo escuche y sé que lo más probable es que no quede bien después de ello.

—Está bien, tranquilo... yo me quedaré con él hasta que se calme —aseguró.

—Bien.

Entraron juntos a la oscura habitación y cuando Namjoon dio con Jimin, le dolió verlo en el estado que se encontraba.