—¡Bien, vete si eso es lo que deseas! —gritó un alterado Jimin.
La puerta fue cerrada de golpe y el arrepentimiento por haber explotado de esa manera se instaló inmediatamente en su pecho, haciéndolo mover sus pies a toda velocidad para llegar a la entrada principal y con un ágil movimiento, giró el plomo de aquella puerta de madera oscura para que se abriera y así poder alcanzarlo.
—¿Ju-Jungkook? —habló afligido, pero en el largo pasillo ya no había nadie.
Un suspiro cargado de culpa y tristeza salió de sus labios, acompañado de gruesas lágrimas que comenzaban a humedecer sus mejillas.
¿Desde cuándo empezaron a ir tan mal las cosas?
Ya llevaban tres años juntos. Tres años donde Jimin demostraba en aumento cuan enamorado seguía de Jungkook y este hacía lo mismo, aunque desde hace una semana todo parecía haber cambiado drásticamente.
¿Se habrá enamorado de alguien más?
¿Se habrá dado cuenta que junto a él no es feliz?
¿Se habrá dado cuenta que quizás es momento de formar una familia?
Pero Jimin le había ofrecido una y él había aceptado.
Entonces, ¿Qué estaba mal?
Las constantes discusiones estos últimos días los estaba distanciando y Jungkook parecía no querer llegar a casa, cada vez pasaba menos tiempo junto a él y cuando llegaba temprano, simplemente se encerraba en su oficina a trabajar.
Y eso estaba volviendo loco a Jimin.
Jimin había terminado hace unos meses su curso y para sorpresa de muchos, se había graduado con honores y recibió medallas junto a otros diplomas por ser un alumno ejemplar. Ya dominaba por completo el idioma y lo hablaba con fluidez. Quien no lo conociera no creería jamás que el peligris habría tenido que estudiar tan duro para llegar a dominarlo de la manera en que lo hacía.
Taehyung y Hoseok también estaban dentro del cuadro de los estudiantes que se habían graduado con honores y que habían recibido sus respectivas medallas por esfuerzo y responsabilidad en esos años. Los tres se habían pasado el último año estudiando hasta más no poder ya que en cada semestre sus estudios se volvían aún más complicados, y si querían ser los mejores como se lo había propuesto ellos mismo, solo debían resistir su último año.
Y claramente lo lograron.
Jimin había decidido darse un descanso para poder disfrutar de Jungkook en los tiempos libres que este tenía y así lo hizo estos dos últimos meses, a excepción de esta última semana donde parecía que todo estaba marchando realmente mal.
Luego de pasar cinco horas solo en las cuales se dedicó a llorar y a cuestionarse el porqué todo iba de mal en peor, Jimin decidió ir al baño para lavar su rostro hinchado y lleno de mocos. Se maquilló un poco para verse presentable, tomó sus cosas junto con las llaves del auto que Jungkook le había regalado en la última navidad y decidió ir a la oficina del hombre que amaba para disculparse como correspondía, así quizás poder hablar y arreglar su relación.
Sabía como llegar por su cuenta y no necesitaba de un chofer para movilizarse, por lo mismo, Jungkook le había regalado un auto.
***
Cuando se estacionó fuera de la empresa, bajó y entró sin problema ya que él tenía permitido entrar y recorrer todo el lugar sin la necesidad de ser anunciado, y eso todos lo tenían bastante claro.
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No olvides que te amo ~ KM.
Rastgele"No olvides que te amo. Donde quiera que esté en este momento, yo te seguiré amando, porque la vida es muy corta para solo amarte en una. Te buscaré en nuestra siguiente vida, como te lo prometí. Te amo, Jimin." ➤ Historia homosexual. ➤Contenido +...