Capítulo 22: "Los recuerdos se repiten"
Autumn Heaven
—Si no es inconveniente para ti, ¿puedo preguntar cómo pasó? — coloco mi mano sobre la suya, está fría y de alguna forma eso me agrada
La pregunta no me toma por sorpresa, es más... ya contaba los segundos para que la realizara
—¿No has escuchado lo que dicen en el hospital? — le digo con una sonrisa poco honesta.
Él inclina la cabeza, aspira un poco del oxígeno que le brinda la mascarilla y separa sus labios para hablar.
—La verdad es... que no — ya no tartamudea y me alegra que hable más fluido.
<<Quisieras estar en su lugar>>
Cierra la boca.
—Lo resumiré en que es mi culpa — volteo en dirección al ventanal, tratando así de que las lágrimas provocadas por su recuerdo sean derramadas.
—Sea como haya sido, no fue culpa tuya — aleja su fría mano sin dejar de verme.
Escucho como suspira y siento como se resigna a dejar el tema. No va a insistir.
Siempre que alguien quiso hablar de esto conmigo, lo único que hacían era insistir diciendo que el hablarlo ayuda y libera.
Sin pensarlo tengo la necesidad de contarle, confiar en él.
—Un accidente, en la curva de la salida de Chicago, llegando a los suburbios — suelto tan mecánico y robotizado que me pone la piel de gallina —Ella y yo, volvíamos de una fiesta de Halloween a la que me escape y ... me tuvo que ir a buscar.
Las lágrimas se concentran en mis ojos, intento que no caigan, pero los recuerdos golpean, haciendo que las gotas saladas se deslicen por mi rostro.
—¡No, Autumn! No está bien ¿me escuchas? — hace una pausa mientras hace el cambio en la palanca — Por encima de que creas que escaparte con ese tipo, estuvo "bien", no lo está.
—Ella me regañaba por haberme escapado por encima de que no me dio permiso de ir — miro las nubes grises cargadas de agua a través del cristal.
Las nubes se cargan de agua, vapor y luego vienen las tormentas, el momento del deshago. Yo soy una nube que sigue cargándose de cosas y aún no tiene su tormenta.
—Pues si tanto me ibas a gritar, mejor ni me hubieras venido a buscar —la miro con desdén, me apoyo en el salpicadero para mirarla a los ojos.
—Peleé mucho durante en el camino con ella— no me volteo a verlo mientras lo cuento, me rompería y suficiente tengo con la terapia y los medicamentos.
—¡Me tienes harta! ¿Qué quieres ganar Autumn? ¡DIME! — me voltea a ver — ¡Te damos todo! Me considero una madre amorosa, que se preocupa por sus hijos ...
Joder, sí que lo era.
—¡Déjame vivir mi asquerosa vida!
Y yo fui de todo menos una hija.
—¡Dejarte vivir tu vida, no es hacerme la ciega cuando estas cagándola! — ella ya no miraba la carretera, ni yo tampoco.
Me dejé consumir por una mierda de orgullo y rebeldía.
—La rabia fue tanta que ella conducía sin mirar el camino — las lágrimas se siguen resbalando mientras mi mente reproduce la pelea y todas esas cosas horribles que le dije.
Ahora fije mi vista en uno de los edificios.
—La curva era cerrada.
El impacto y los gritos, todo vuelve.
—¡Autumn! — gritó mamá mientras veía cómo un camión rojo iba contra nosotras, el claxon resonó fuerte.
—Un camión venía contra nuestra dirección, en la pelea mi madre había salido del carril correcto — me tomo un momento — y chocamos.
La mano de Ashton aprieta mi hombro.
—¡Mamá! ¡Mami! — estaba en la acera, me sangraba la cabeza.
Tomo aire.
—Mi mamá había abierto a tiempo mi puerta y me empujo fuera del auto, pero ella...
—¡Ma-ami! ¿Dónde estás? — escuche un grito, un grito que era mi nombre.
Varias de las lágrimas escaparon de mis ojos. Froto mis manos y concentro mi interés en las personas que hacen su vida en Chicago.
—A-aut...um
—La cabeza de mi madre había atravesado el cristal — la imagen vuelve a mi mente — uno de los tubos frontales del camión había volado y estaba atravesando el abdomen de mi mamá. Sus piernas estabas atrapadas por el tablero, la bolsa de aire no se activó.
Ashton sofocó un suspiro de horror
—¿Ma-ami? ¡No mami! — comencé a llorar al verla escupir sangre — No te mueras mamá, por favor...— mi voz se quebró— ...no me dejes sola — corrí a tomar su mano, me dio un ligero apretón.
—A pesar de todo ese trauma, ella seguía viva — recuerdo cómo intenté quitar su cabeza del cristal, solo desgarraba más las heridas en su cuello.
Recuerdo tomar el teléfono en mi bolsillo y llamar a emergencias. Pero estábamos bastante lejos, no llegarían a tiempo.
Yo solo sollozaba; —Shhhh —su pulgar empezó a acariciar mi mano, lento y suave — To...do v-va a salir... b-bien — su voz era forzada, le dolía hablar, pero no lo dijo.
—Ella se había desgarrado las cuerdas vocales, un vidrio había perforado su cuello hasta llegar a ellas, con su último respiro me habló — a voz me sonaba como si tuviera un resfrío.
—Aut... y-yo te a-am...o — su pecho dejó de inflarse, ya no respiraba.
Volteé mi rostro, vi sus ojos verdes y sentí calma, sentí que podía desmoronarme. Sabía que, si me atrevía a hacerlo, no sentiría miedo.
—Sus ojos dejaron de brillar, mirándome —el rubio me atrajo a un abrazo.
Su cuerpo, aunque frío, me trasmitía un calor y comodidad que hace mucho no experimentaba, me sentía en casa.
Sentí que volvía a casa, sentí que mi madre había vuelto a abrazarme.
Nota de Autora:
Hoooooooola, capítulo corto hoy. Entre pasado y el lunes subiré el 23. Es cumpleaños de una amiga y estoy haciendo una tarta jeje.
Bueno, mi meta con este capítulo fue que llorara, ¿lloraron?
Si no lloraron voy a cuestionarme mi carrera y mi habilidad para escribir, ahre. (estoy haciendo wba porque yo si lloré)
Bueno, espero que les haya gustado, comenten que les pareció y si quieren más uwu.
Adriana G.
P.D: Dejaré mis redes por si me quieren seguir, no subo nada pero igual jeje, conozcan mi cara fea 7u7.
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Twitter: @adri_garci4
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Breathing Love ©
Teen FictionFibrosis Pulmonar Idiopática o FPI. Padezco de una enfermedad debilitante y crónica que se caracteriza por una disminución progresiva de la función pulmonar que dificulta cada vez más la respiración. Tengo dieciocho años. Un padre que dedica sus ve...