Capítulo 28

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Capítulo 28: "Me sentí viva"

Autumn Heaven

Creo que el alivio en mi rostro fue suficiente para que Ashton cambiara su semblante de culpa a uno de tranquilidad total.

Les di una mirada a mis hermanos, asegurándoles que estaba bien y que podía retirarse del descansillo principal. Ellos hicieron caso y se fueron rumbo al salón de la primera planta.

—Heaven, yo... l-lo siento — hasta ese momento no me había detenido a detallarle el rostro, sí siempre estaba pálido y con ojeras. Pero, ésta vez había algo diferente.

—Ayúdame.

Lo que sea que haya estado a punto de decirme se esfumó de sus labios y solo dejó una expresión de sorpresa en su rostro.

—Claro, amm, ¡Sí!, seguro— se le dibujo una sonrisa con lo que le había pedido.

No lo culpo, recibir un llamado de ayuda por mi parte era casi cómo un milagro.

Le tomé la mano, en ese instante sentí como su cuerpo se estremecía y enviaba una descarga eléctrica a través de ese simple contacto. Lo senté junto a mí en el pequeño taburete junto a la escalera principal.

—No estoy loca, Novan — dije para tratar de que no se asustara — Una voz, en mi cabeza, me repite una y otra vez mis errores...

—¿Cómo si alguien más hablara desde tu interior? —su, antes débil, agarre en mi mano se hizo más fuerte.

Yo asentí.

—Los días que te estuve visitando en el hospital... no tuve ningún episodio, pero ahora — al pronunciar esas palabras sus ojos se aguaron.

Aseguro que él sabía que ese rechazo me había ocasionado un episodio.

—Lo lamento mucho Heaven, no era mi mejor momento... — bajó la mirada a nuestras manos y negó con la cabeza mientras soltaba un chasquido con su lengua —... No es una excusa para haberte respondido cómo lo hice, perdóname.

Esa sincera disculpa, por más simple que fuese, me levantó la moral. No me había respondido así a causa de mí misma, sino por su enojo.

Por primera vez en mucho tiempo sentí que el problema, por una vez en la vida, no era yo.

—¿No haz considerado la terapia? — me preguntó con cautela llevando su mano libre hacia la cánula que colgaba de su oreja y la acomodaba.

Una sonrisa sarcástica fue la que le brindé.

—No me funciona, Ashton — mis ojos de manera inconsciente bajaron a sus labios — Ir a verte es lo único que me ha frenado esos malos ratos conmigo misma.

Lo escuché tragar saliva, fuerte.

—Auts...— no me exalté al escucharlo decir mi nombre, no me desagradó, no me sentí horrible al ser llamada como una persona tan maravillosa como madre.

Me sentí bien.

La mano que tenía sobre el regazo la coloqué sobre su mandíbula, atrayéndolo hacia mí. Pero él colocó su mano sobre la mía para evitarlo.

—No lo hagas — subí la mirada a sus ojos, estaban cristalizados — Yo no tengo cura Autumn, no beses a un moribundo.

Ahora la que lloraba era yo.

Me costó tanto poder identificar qué era ese revoloteo raro que sentí en el retiro, en Halloween, en el 360. El puñetazo de celos que sentí durante la fiesta, la bofetada de rechazo de hace un rato.

Breathing Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora