Capítulo 7: Un nuevo comienzo

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Izumi Midoriya, anteriormente era una chica sumamente energética y con un enorme sueño, ir a U.A. junto con su hermano Izuku y graduarse ambos como héroes para proteger a la gente con una gran sonrisa.

Todo eso cambio cuando la escuela donde estudiaba antes se derrumbó llevándose la vida de 20 personas, fue una de las tragedias más grandes de la ciudad de Musutafu, entre esas personas se encontraba su hermano, aquel que funcionaba como su fuente de inspiración y que juro que siempre lo protegería sin importar lo que pasara.

Ahora Izumi era una niña callada, insegura y bastante cansada de cualquier cosa en general, con mucha suerte salía de su cuarto y solo era para comer e ir al baño, pues después de tanto tiempo sin comer tenía que hacerlo por pura supervivencia.

Inko Midoriya, su madre, no estaba mejor que ella, todos saben que el dolor más grande por el que puede pasar una madre, cuyo objetivo si es ser una madre es el de perder a un hijo, se siente como si le quitaran parte del alma, la peliverde mayor se comportaba como un zombie, aún recordaba las últimas palabras que tuvo con su hijo, esa cena se repetía una y otra vez en su mente.

Pero también, por alguna razón, recordó la discusión que tuvo con Mitsuki, su mejor amiga y madrina de ambos gemelos, es difícil creer que esa charla terminó por cortar una amistad de años que inició en el jardín de infancia.

FLASHBACK

—¿Sabías sobre los maltratos de Bakugo a mi hijo? —Inko bajo la mirada, no podía ver a su amiga a los ojos, por lo que mejor decidió servir dos tazas de té para ambas.

—Inko... Yo... T-Te juro que lo intente... Intenté hablar con él.

—¿Entonces por qué no cambio? —levantó la mirada, sus ojos estaban rojos por tanto llorar.

—B-Bakugo es muy necio, intenté lo mejor que pude para corregir su comporta- —la ceniza fue rápidamente interrumpida.

—¡No me vengas con esas tonterías! —apretó los puños —¡No lo intentaste lo suficiente! T-Tu esposo y tú... S-Siempre que podían l-le alzaban el ego...

—Claro que lo hacemos, somos sus padres, tenemos que apoyar su autoconfianza.

—Pero deben tener un control... N-No pueden adularlo siempre... P-Por eso él actúa de esa forma...

—¿Acaso nos estás culpando por el comportamiento de Katsuki? —la ceniza frunció el ceño.

—Claro que lo hago —miraba de igual forma a su amiga —. Tantas atenciones provocaron que Bakugo mirara a todos por encima del hombro, para él nadie está a su altura.

—P-Pero él en algún momento debe ver la realidad...

—¡No por el mismo! —Inko lloraba desesperada —¡Ustedes son sus padres! ¡Son sus guías! ¡Ustedes tenían que enseñarle sobre la realidad! ¡Mantener sus pies en la tierra!

—Y-Yo... B-Bueno... —Mitsuki escuchaba anonadada las palabras de Inko, eran ciertas, pero su orgullo no la dejaba aceptar algo como eso.

—S-Son... S-Son unos malos padres... —esa fue la gota que derramó el vaso, Mitsuki explotó, no podía dejarse insultar.

—¡Lo mismo aplica para ti! ¡¿Dónde estuviste para Izuku todos esos años?! ¡Si no fuera por Izumi nunca te hubieras enterado de los maltratos! ¡Todo porque decides pasar más tiempo en tu trabajo que en conocer a tus propios hijos!

No podía contradecir a la ceniza, era cierto, no tenía la mejor relación con Izuku e Izumi, si no fuera por la explosión que tuvo esta última en el funeral jamás se hubiera enterado de algo como eso.

Sin mas opciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora