Capítulo 21: Declaración de guerra

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Era un nuevo día para Japón, el fin de semana había pasado y todos debían regresar a sus actividades diarias, algunos se cambiaban para ir a sus trabajos y a la escuela, mientras que otros se encontraban relajados sin hacer nada en especial.

Tomura Shigaraki era de los últimos, pues estaba bebiendo su café sin ninguna molestia, era bastante raro para él tener una mañana así, en donde no se preocupaba por nada más que él mismo y no por cosas sobre matar a All Might.

Todo iba bien, hasta que logro ver a Izuku, Monoma y Uraraka salir de sus habitaciones con los uniformes de la U.A., esto no lo impresionaría, de no ser porque la última chica al parecer si era del departamento de héroes y no era una broma por parte de Izuku.

El café que había bebido lo escupió a nadie en particular.

—¡¿Qué?!

—¿Pasa algo? —Monoma e Izuku se acercaron al peli celeste.

—¡¿En serio la chica es del departamento de héroes?!

—Pero si yo les había explicado que lo era... Hasta Monoma lo confirmo...

—Wow... Creo que debo poner más atención a ese tipo de detalles... —Tomura rascó su cuello con nervios.

—Sí... Creo que deberías hacerlo —se encoge de hombros el rubio.

—Bueno, ¿Tenemos todo listo para el ataque en U.S.J.? —pregunto el peliverde para desviar la conversación.

—Sí, tenemos el Nomu preparado y los peones están listos también...

—Perfecto, cualquier cosa nos informas, ¿Vale? —Uraraka miraba con una pequeña sonrisa al peli celeste.

—¿Son mis jefes? Yo no tengo que informarles nada... —gruño Shigaraki para luego ignorarlos.

—Dios, qué actitud —suspiro Monoma —. Bueno, será mejor irnos —el trío se dirigía a la puerta hasta qué...

—Joven Midoriya, ¿No olvida algo? —Kurogiri miraba al pecoso detrás de la barra del bar.

—¿Qué? —el peliverde miró con confusión a Kurogiri.

—Su pelo...

Izuku se quedó pensando unos momentos, hasta que todo hizo clic en su cabeza —¡No es posible! —el peliverde salió disparado hacia el baño.

—¿Estará bien? —Uraraka miraba con confusión a su amigo entrar al baño.

—Creo, siempre sabe cómo librarse de las malas situaciones —Monoma salió del bar con Uraraka detrás de él.

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—Perdimos el autobús... —suspiro la castaña mientras comenzaba a caminar en dirección a la escuela.

—¿Qué rayos estás haciendo? —Monoma miraba sorprendido a su compañera.

—Ejem, ¿Ir a la escuela?

—¿Caminando? —ve a su compañera asentir —Pfff, por favor, podemos pagar un taxi.

Ochako abrió los ojos con sorpresa, era verdad, ahora con la liga de su lado contaba con dinero para permitirse algo así.

—No pienses que iremos en el mismo taxi, no quiero que me vean con una chica de la clase A —el rubio le hizo la señal a un taxi que iba pasando.

—Mejor para mí, no quiero que me vean con un loco como tú —río en respuesta Uraraka deteniendo otro taxi.

Cuando los chicos llegaron a U.A. lograron ver a un montón de gente reunida en las puertas de la prestigiosa institución, lo más curioso era que detenían a algunos alumnos para hacerles preguntas.

Sin mas opciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora