Capítulo 91: No más juegos

2.2K 151 832
                                    

—¿No ha abierto la puerta? —Monoma caminaba a lado de Mustard con intención de ir al laboratorio de Hatsume.

—Desde ayer, aparentemente necesita toda su concentración para un nuevo proyecto, ya sabes cómo es la loca con sus creaciones —suspiró el muchacho mirando la puerta del laboratorio.

—¿Piedra, papel o tijera? —preguntó, no quería ser recibido por una explosión de Mei.

—Déjalo, me sacrifico por el equipo —dijo para caminar a la puerta del lugar.

Tan rápido como el creador de gas había quedado enfrente de la puerta de metal, esta explotó por completo, cuando el humo se despejó, se pudo ver a Mei con los pechos en la cara de Mustard.

—Oh, Mustard, no te había visto, ¿Cuánto tienes ahí?

—... Si muero, moriré con honor —comentó increíblemente sonrojado.

La pelirosada se quitó de su compañero mientras entraba de nueva cuenta a su laboratorio personal.

—No me voy a molestar en preguntar que mierda con eso —Monoma caminó hacia adentro del sitio.

Mustard rápidamente se levantó y entró al lugar detrás de Neito con una sonrisa algo boba... Sí, eran los primeros pechos que tocaba.

—Hatsume, ¿Por qué tanto secretismo? Desde ayer que no querías abrirnos a nadie, ni siquiera a Uraraka cuando quería ver a Deku —el rubio cruzó sus brazos.

—Tengo bastantes niños y bebés que terminar, necesito la mayor concentración posible, ¡Maho, necesito que aumentes la producción!

—¿Maho, producción? ¿De qué carajo habla? —susurró Mustard algo confundido.

Al lado de Hatsume apareció una Nomu rosada y pequeña, si alguien ponía atención, vería un cabello de un castaño claro, a Mustard ese color de cabello se le hacía conocido... Meh, probablemente no era nada.

—Les presento a Maho, es mi nueva niña, tiene dos dones, Hologram, le permite hacer ilusiones de lo que sea que yo le ordene, aunque se pueden atravesar y debe de conocer antes qué es lo que quiero que haga, por eso a veces la dejo estudiando enfrente de una tele —comentó mientras realizaba unos inventos.

—¿Cuál es el otro don? —Monoma observaba el Nomu y mentiría si dijera que se sentía mal por la niña.

Detrás de los muchachos apareció otra Hatsume que los había empujado, ya que estaba cargando un montón de cajas y no podía verlos.

—El otro don es el Double de Twice que el doctor había cultivado hace tiempo —contestó la copia yendo a otra parte del laboratorio.

—Genial... Más Hatsumes —el ojigris tenía un pequeño tic en su ojo izquierdo, si una Mei ya lo sacaba de sus casillas, no sabía cómo soportaría a más de dos.

La Nomu procedió a hacer una copia suya y otra de Hatsume, justo como su madre le había ordenado.

—Tenemos poco tiempo para nuestro enfrentamiento, así que necesito optimizar todos mis tiempos, pasando a otros temas, ¿Qué rayos hacen en mi laboratorio? —comentó la chica colocándose enfrente de un cuerpo que había abierto junto con un montón de notas.

—Queríamos ver si ya estaba listo nuestro equipo, lo vamos a necesitar para entrenar nuestras nuevas técnicas —contestó Mustard un poco nervioso por ver a tantas Mei trabajar en varias cosas a la vez.

Rápidamente, unas vendas blancas fueron lanzadas a la zona baja de Monoma, golpeando precisamente el lugar que todos estamos pensando, haciéndolo caer al suelo de dolor.

Sin mas opciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora